El concejal y ex intendente Héctor Cavallero alertó sobre demoras en la ejecución de las obras relativas al Aliviador III en la zona norte de la ciudad. Señaló que los retrasos generan riesgos de graves inundaciones y por ello pidió al Ejecutivo un informe urgente del estado de la obra en la que se incluya, entre otros puntos, la fecha de finalización.
Desde la provincia indicaron que la obra está en marcha en su fase de entubamiento y que se aceleraron las tareas por la apertura de más pozos de ataque.
También, destacaron que en los próximos meses otras obras auxiliares mitigarán posibles anegamientos en la zona.
Pedido
“A más de un año de las inundaciones ocurridas en diciembre de 2012, que si bien tuvieron su epicentro en Fisherton afectaron a dieciséis barrios, es necesario saber en qué estado se encuentra una obra que ayudará a evitar que vuelva a ocurrir un hecho que afectó a cientos de vecinos”, expresó Cavallero. El edil se mostró preocupado por la cuenca del arroyo Ludueña y su crecimiento a cuenta de “nuevas canalizaciones clandestinas”.
“La cuenca ha sufrido un proceso acelerado de impermeabilización por el crecimiento de las áreas urbanizadas y también al uso intensivo del suelo con fines agrícolas, pero esa constante impermeabilización genera cada vez mayores escurrimientos, lo que demanda mejor retención o mayor capacidad de transporte de las conducciones”, especificó.
Cavallero indicó que en los últimos meses ya se habilitaron al menos dos loteos en Funes que totalizan unas 370 hectáreas que ya comenzaron a ocuparse.
“A ello debemos agregar un tercer proyecto de casi 400 hectáreas que se halla en proceso de autorización, por lo cual esas zonas quedarán sin posibilidad de absorción al ser usadas como calles, equipamientos, veredas y viviendas”, agregó el edil.
“A falta de concreción de las obras mencionadas y de cumplimiento de un plan de manejo de la cuenca que se inscriba dentro de un proceso de compatibilización de las normas que regulan el uso del suelo, tanto en las comunas y municipalidades se hace imprescindible trabajar de manera urgente en el ordenamiento territorial para que se pueda garantizar la estabilización de los aportes de la cuenca del arroyo Ludueña, tanto a nivel urbano como rural”, concluyó Cavallero.
Demora y respuesta
“La demora del Aliviador 3 es evidente e incluso reconocida por la provincia. Además, en forma paralela se vienen anunciando en las poblaciones vecinas que son tributarias del sistema, una serie de urbanizaciones que incrementan de manera importante las descargas sobre esta cuenca”, expresó Cavallero.
Desde el gobierno provincial indicaron que la obra está avanzada y se llegó en las últimas semanas a la instancia de entubamiento luego de las tareas de excavación. Para acelerar la obra se abrieron nuevos frentes de obra y pozos de ataque auxiliares. Un informe técnico aportado por el gobierno santafesino indica que en el pozo de ataque 1, ubicado en Sorrento y Hernández, se colocaron 46 metros de tubo. En el pozo 2, ubicado en Sorrento y Rodríguez Peña, se ejecutaron 35 metros. También se destacan avances en los pozos de ataque para galería y obras auxiliares.
Por otro lado, y relativo a obras de prevención para evitar inundaciones en la zona, el mes próximo terminará la obra de desagües pluviales en el canal secundario La República.
La obra, que dará continuidad al plan de saneamiento pluvial de la cuenca del Emisario 10, saneará unas 52 hectáreas del barrio Empalme Graneros.
Un anuncio
Desde el gobierno provincial también adelantaron que está próxima la ejecución del Emisario 7, que beneficiará el saneamiento de 43 hectáreas de Nuevo Alberdi. El sistema será integrado por un conductor troncal que se instalará por la avenida de la Travesía, entre Vélez Sarsfield y J. J. Paso, y cuyas descargas desembocarán en el arroyo Ludueña.
La obra del aliviador III, con sus respectivas conexiones por calle Sorrento y Grandoli, cuenta con un presupuesto de 88 millones de pesos y fue proyectada para concluir en un período no mayor de dos años y medio. Sin embargo, la obra estuvo suspendida por falta de fondos hasta que en noviembre el gobernador Antonio Bonfatti anunció que se retomaban los trabajos.
Una vez terminado, el aliviador cumplirá la función de evitar que colapse el Emisario 10 que desemboca en el arroyo Ludueña.
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