Llegando casi a la mitad del torneo Final, con ocho fechas disputadas, el Central de Miguel Ángel Russo no encuentra una identidad futbolística. El Canalla no tiene su DNI. Adolece de una fórmula de juego definida.
De aquella intención que mostró el equipo en los amistosos de pretemporada, la de presionar al rival en tres cuartos y atacar por las bandas, sólo quedan algunos rastros. Central perdió esa intensidad que, en algún momento, asomó como una cualidad distintiva. Como un sello. Una intensidad que el mismo Russo marcó en su momento como un factor que podía convertir a este equipo en actor principal de un partido.
Hoy, cuesta traducir en palabras lo que propone el Canalla. En este sentido, la puesta en escena de los auriazules ante Arsenal en Sarandí, fue de muy bajo vuelo. El equipo no salió a protagonizar el encuentro, a jugarlo en campo rival a partir de la posesión de la pelota. Y tampoco se compactó en su campo, como para defenderse y jugar de contra.
Es cierto que hay rendimientos individuales que están por debajo de lo que deberían dar. Pero tampoco se vislumbra una estructura futbolística que permita sostener, o contener, a esos pobres desempeños.
Hoy, entre varios defectos, a los auriazules les cuesta recuperar la pelota. Y, defensivamente, las líneas no lucen compactas. Como consecuencia lógica de esta coyuntura, Central exhibe vulnerabilidad. Los números dejan al desnudo esta realidad indiscutible. Los de Russo recibieron goles en los últimos 7 partidos. Y sólo pudieron mantener la valla invicta frente a Quilmes, a la hora del debut en este torneo.
Pero el Canalla no sólo sufre de falta de solidez defensiva. Tampoco convence su propuesta ofensiva. Demasiado previsible, falto de ideas en la zona de gestación, sin cambio de ritmo en los metros finales. Estas son algunas de las razones para tratar de entender por qué le está costando a Central generar situaciones de gol para sus delanteros. Que los cuatro hombres de punta que estuvieron en cancha el último domingo ante Arsenal, no hayan pateado al arco defendido por Campestrini, es un dato que no debería pasar inadvertido.
Hoy, los auriazules tienen dos puntos más de los que habían sumado a esta misma altura en el torneo pasado. Tal vez esa sea una de las pocas formas de ver “algo de agua” en el vaso. Sin embargo, analizar la actualidad futbolística de Central partiendo desde ese lugar, asoma como erróneo.
El presente, incontrastable, marca cinco partidos sin triunfos, con apenas dos empates en la columna del haber. Además de la falta de identidad en el juego; y la consecuente pérdida de confianza de los jugadores que llega a partir de este panorama.
Recuperar la intensidad colectiva, parece el primer paso que debe dar Central en la urgente búsqueda de un DNI. De una marca propia. De una forma de juego que le permita volver a creer en lo suyo, sin depender de lo que hagan los demás.
De otra manera, si se mantiene inestable como equipo, llegarán las urgencias que imponga la tabla de los promedios. Y eso, como en toda emergencia, postergará cualquier cuestión de forma a la hora de buscar un resultado.
“Venimos haciendo las cosas bien”
Mauricio Caranta fue uno de los puntos altos de Central en el empate del último domingo ante Arsenal en Sarandí. Un par de intervenciones acertadas del arquero auriazul, impidieron que el local estirara diferencias en el marcador cuando terminaba la primera parte.
Relativamente conforme con el resultado obtenido frente a Arsenal, pero convencido de que transitan por el camino correcto, Caranta analizó el presente futbolístico auriazul.
—¿Qué valor le das al punto que se llevaron de Sarandí?
—Es muy importante por todo lo que se hizo en el segundo tiempo. Cuando Arsenal encontró el gol, en el final del primer tiempo, nos desordenamos un poco. Pero en el segundo fuimos inteligentes para cambiar la forma, y buscar el partido con otra actitud. Hubo otra actitud. Y creo que merecíamos llevarnos algo.
—¿Qué te deja preocupado de lo que hicieron ante Arsenal?
—¿Preocupado? Nada, nada… Creo que el empate con Tigre tapó muchas cosas positivas que hizo este equipo en ese partido. Si le hubiéramos ganado a Tigre, cosa que merecimos, no estaríamos hablando de preocupaciones después de empatar el partido con Arsenal.
—Pero el hincha de Central está preocupado porque llevan cinco partidos sin triunfos.
—A nosotros también nos preocupa. Pero tenemos que estar tranquilos porque venimos haciendo las cosas bien. No se nos están dando los resultados, pero estamos trabajando para cambiar eso. Somos los únicos que podemos sacar esta situación adelante. Y ahora tenemos una linda chance ante All Boys.
—¿Te fuiste conforme con lo hecho en Sarandí?
—Por como arrancó el partido, encontrar el empate como lo conseguimos, tranquiliza. Inclusive, si hubiese convertido Encina la chance clara en el arranque del partido, me parece que estaríamos hablando de otra historia.