El plenario nacional de secretarios generales de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) se reunió ayer en Santa Fe con tres objetivos para el corto plazo: lograr paritarias libres para sostener el poder adquisitivo de los salarios frente al avance de la inflación, conformar un frente social que pueda defender las conquistas alcanzadas en la llamada “década ganada” y poner en marcha una campaña nacional para exigir la personaría gremial de la CTA, un viejo anhelo de la central que hasta ahora no fue atendido por el kirchnerismo.
Encabezado por su secretario general, Hugo Yasky, el plenario de la CTA oficialista se realizó en el Auditorio de Amsafé, en la capital provincial, con la presencia de dirigentes sindicales de Santa Fe, Buenos Aires, Capital Federal, Formosa, Chaco, Tucumán, Corrientes, La Rioja, Santiago del Estero, La Pampa, Mendoza, Córdoba y Entre Ríos. También fueron parte de la actividad representantes de Apyme, Canpo, Fonaf y del movimiento cooperativo.
Aunque con demandas puntuales, la CTA ratificó su acompañamiento al gobierno nacional y planteó la necesidad de “constituir un vigoroso frente social que pueda defender las conquistas alcanzadas hasta aquí e impida las maniobras destituyentes como las sublevaciones policiales, las corridas cambiarias y el estallido de los precios, que amenazan tanto a los sectores populares como al gobierno y la institucionalidad democrática”, según reza el documento elaborado en el plenario.
La central que lidera Hugo Yasky se pronunció por la necesidad de articular acciones que contribuyan a ampliar “el arco de las organizaciones populares que tomen partido en la disputa entre los grupos oligopólicos locales y extranjeros en defensa de la continuidad del proceso de transformación iniciado en 2003” y plantearon también “la defensa del proyecto distributivo de ingresos y riquezas a favor de los trabajadores y los sectores medios, es decir, de las grandes mayorías nacionales”.
Los secretarios generales también reafirmaron “el papel activo del Estado nacional como expresión de la sociedad en la regulación de la actividad económica de las grandes corporaciones y en la asignación de recursos de los sectores sociales más vulnerables”. Y añadieron: “Es preciso defender el salario y las paritarias como forma política de sostener el nivel de vida de los trabajadores y los sectores productivos, principales nutrientes del mercado interno, y promover la sustentabilidad y desarrollo de las pymes de la ciudad y del campo”.
“La única salida”
En diálogo con la prensa, tras la apertura del plenario Yasky justificó las últimas decisiones del gobierno nacional en materia económica y remarcó las demandas del sector: “El país fue empujado a un escenario en el que la devaluación terminó siendo casi la única salida. Queremos una fuerte recomposición del salario y políticas públicas para sostener un esquema en el que los precios no se eleven a unos niveles que nos empujen después a más reclamos, y a jugar con los personeros de la devaluación que dicen que si no hay un fuerte ajuste, en tres meses se viene otra devaluación”.
El líder gremial reconoció que su organización intenta “un equilibrio muy difícil” en el que convivan el apoyo al gobierno nacional y las demandas lógicas de cualquier sector sindical. “Nuestro mandato es defender los salarios sin que esto signifique un nuevo traslado a los precios”, sostuvo Yasky. “No vamos a aceptar, en ningún caso, y tampoco en el de los docentes, retraer los salarios. Sería entrar en un esquema ortodoxo de ajuste de la economía. Vivimos esta confrontación como un episodio que no nos quita del camino de defender el proyecto nacional, el papel del Estado en la distribución de la riqueza, las paritarias libres y la revitalización del movimiento sindical”. No obstante, el secretario general de la CTA oficialista señaló también los “errores” del gobierno nacional: “El manejo del Indec, la realidad demostró que lo que nosotros reclamábamos, transparentar las cuentas públicas, nos terminó dando la razón. En el terreno económico, si uno puede señalar algún yerro, tiene que ver con la política de subsidios y haber retardado la posibilidad de pasarles el peine fino: hay sectores que los tienen y eso no se justifica. Pero está claro que, tal como en otros países de la región, grandes y poderosos grupos económicos llevaron a una política que significó tener que devaluar, como mal menor frente a las corridas cambiarias y los intereses especulativos”.
Control de precios
Por su parte, José Testoni, secretario general de la CTA Santa Fe y dirigente de Amsafé, se refirió al pedido que hizo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a los gremios para colaborar con el control de precios: “El tema es muy profundo. Por primera vez quedaron al desnudo los responsables de la formación de precios en la Argentina. Si bien el Estado debe controlar los precios, todos tenemos que colaborar. Ahora, no nos olvidemos que hay tres o cuatro rubros que son monopólicos y que generan inflación”.