La mitad de los internos detenidos en la seccional 24ª de la vecina localidad de Granadero Baigorria continúan en huelga de hambre. La medida fue iniciada hace una semana y fue intensificada en las últimas horas, cuando se cosieron el cuello a las rejas de las celdas. Cuando se inició el reclamo, se habían cosido las bocas con aguja e hilo.
Se trata de una docena de reclusos que reclama por una serie de irregularidades en sus expedientes judiciales, en líneas generales porque están vencidos los plazos y aún así continúan privados de la libertad. Así lo expresó ayer Lilian Echegoy, de la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC), quien aclaró que si bien la medida de fuerza no es para denunciar irregularidades particulares del lugar de detención, dentro del penal de la seccional 24ª –ubicada en Moreno 160 de la localidad de Granadero Baigorria– las condiciones no son óptimas y muchos de los internos tienen enfermedades como HIV o tuberculosis, que sumada a la huelga de hambre que incluye no tomar medicamentos pone en serios riesgos la salud de los mismos.
La huelga de hambre se inició hace una semana, cuando los doce reclusos se cosieron las bocas e iniciaron la medida de protesta. Ante la falta de respuestas, ahora resolvieron coserse los cuellos a las rejas de las celdas del penal.
El principal reclamo de los reclusos es la lentitud de sus causas, ya que no tienen condenas y están privados de la libertad en el marco del viejo Código Procesal Penal. Cuando iniciaron la medida, hace una semana, sus reclamos fueron escuchados por un defensor público, quien ayer, ante la intensificación de las medidas, volvió a presentarse en el penal.
