En el último mes se introdujeron cambios en el gobierno de la intendenta Mónica Fein y el Movimiento de Acción Radical (MAR), una de las líneas internas del radicalismo, ganó más presencia en el gabinete municipal. El presidente del Comité Departamental de la UCR Claudio “Choco” Díaz, que asumió como nuevo subsecretario de gobierno, destacó la inclusión del radicalismo en puestos de decisión municipal, al tiempo que reafirmó la vocación frentista de la UCR dentro del Frente Progresista.
En diálogo con El Ciudadano, Díaz analizó la renovación de autoridades que incluyó además a Sebastián Azerrad como subsecretario de Producción, a Mario González Rais en el Ente de Coordinación Metropolitano, a Luis Vila en el área de Gobierno y a Sonia Oyola en Promoción Social, entre otros. “Lo vemos positivo porque lo hacemos desde una convicción de que el Frente Progresista no puede ser solo de un partido sino que un frente político se conforma con la participación de los distintos partidos y sectores sociales que lo conforman. Era necesario un frente que no sea solo para las instancias electorales sino también en la forma de gobierno y de funcionamiento”, expresó el titular de la departamental Rosario.
“El hecho de que participen mayor cantidad de radicales en el gabinete municipal es un paso muy importante en la construcción de un frente político para gobernar la ciudad, en este caso gobernar la provincia como se está gobernando y proyectarlo a una instancia de gobierno nacional”, agregó.
—¿Están conformes con la participación de la UCR en los gobiernos socialistas de la provincia y el municipio?
—Son distintas situaciones. A nivel provincial hay tres ministros de profunda raigambre radical. Creemos que allí hay un equilibrio interesante, además el vicegobernador es de la UCR. En el caso de Rosario entendemos que hay que profundizarlo. Pero con esto no quiero darle una carga negativa sino decir que es un primer paso esta incorporación y tenemos que seguir profundizándolo.
Los radicales estamos optando por un camino que es el más difícil, porque podríamos estar siendo una suerte de furgón de cola del gobierno municipal y estar cómodos en esa función. Podríamos estar también en posiciones individualistas, criticando al gobierno municipal, y ser frentistas cuando nos conviene. Hay que asumir la responsabilidad de que somos un partido con una fuerte identidad e historia y que pretendemos desde esa fuerte identidad aportar a una vocación frentista y asumir la responsabilidad de cogobernar la ciudad.
—En el Concejo Municipal se ve bien esto de las diferentes vertientes del radicalismo. Hay concejales como Daniela León que está más encolumnada con el socialismo, Martín Rosúa buscando otra especie de armado con las demás fuerzas del Frente Progresista y Jorge Boasso que es el más crítico del frente y hoy se encuentra por fuera de él. ¿Cómo se concilian las diferentes líneas internas?
—Desde el Comité Departamental hemos hecho una fuerte apuesta. No a buscar ilusoriamente la unidad del bloque pero sí a generar un diálogo con los cinco concejales de raigambre radical para tener una agenda en común del municipio y desde allí encontrar respuestas y soluciones comunes en el ámbito municipal.
Son distintas estrategias, a mí me pareció muy interesante lo de Rosúa con un eslogan que fue “oxigenar el frente”, fue asumir la responsabilidad de que el radicalismo está en el frente para ganar un espacio con votos e ideas propias. Ese es el camino al que nosotros apostamos. Daniela León es un valuarte importante, acompañando y generando las políticas en el Concejo que puedan serle útil al Ejecutivo y entiendo yo que en el otro caso de los tres radicales, Boasso, (María Eugenia) Schmuck y (Sebastián) Chale son personas que eligieron en esta última etapa un camino que fue diferenciarse del frente. Pero hay que ir generando el diálogo para que todo el radicalismo pueda desde su propia identidad aportar al Frente Progresista.
—¿Es un buen momento el 2015 para que la UCR lidere ese espacio en la ciudad?
—Si es un buen momento lo decidirá la ciudadanía. El primer punto es el diálogo entre los radicales generando una identidad del radicalismo y dentro del frente. Entendemos que tendremos que ser lo suficientemente inteligentes, tener la dureza cuando haga falta y la comprensión cuando haga falta en esta construcción política, y tal vez la ciudadanía entienda que tiene que ser un radical quien encabece los destinos de la ciudad.
Una cuenta pendiente
—¿Preocupa que el Frente Progresista que lleva tantos años de construcción política aun no se haya podido institucionalizar? ¡Es una cuenta pendiente?
—Si, claramente. Nosotros entendemos que se tiene que institucionalizar el frente y en esto también saber acatar cuando hay una toma de decisión democrática, saber que esa es la toma de decisión democrática y no salir a diferenciarnos. Creo que haría muy bien una institucionalización del frente donde todos los partidos y organizaciones sociales que lo estamos realizando se vean reflejados allí. Entiendo que hay algunos pasos interesantes, como por ejemplo una mayor articulación entre los concejales del Frente Progresista con el propio Ejecutivo, distintas reuniones, formas de diálogo. Soy optimista y creo que en este año se va a lograr».
«Es positivo ver al gobierno nacional coordinando con la provincia»
—¿Cómo evalúa este desembarco de fuerzas de seguridad nacionales en la ciudad de Rosario?
—Entiendo que es un reclamo que se venía haciendo desde hace tiempo, incluso tengo entendido que (Miguel) Lifschitz había mantenido siendo intendente algunas reuniones de esta naturaleza para que se comprenda que hay fenómenos que no se pueden atacar sólo desde un gobierno municipal.
Además el tema del narcotráfico por materia, que es federal por jurisdicción, tiene que ser tomado por el gobierno nacional. Y desde el punto de vista político, entendemos que es uno de los nuevos desafíos incluso del derecho internacional. Se habla de países de tránsito, países de producción, es un delito que se va consumando en distintos lugares, con lo cual hasta se necesita una coordinación internacional para atacarlo.
Nos parece que es positivo en definitiva el desembarco que se realizó porque habla de una mejor coordinación entre la provincia y el Estado nacional. Entiendo que Rosario, como municipio, está acotado en ciertas competencias que pueda hacer en materia de seguridad pero que no esquivando el problema comienza a dar una respuesta con la secretaría de Control y Convivencia Ciudadana a cargo de Pablo Seghezzo.
Una segunda respuesta es coordinar políticas con la provincia, no sólo punitivas o preventivas del delito, sino fundamentalmente políticas sociales como las que se han ido anunciando para mejorar el estado de 20 barrios que son tomados como prioridad en este tema de la seguridad.
Tomo como positivo ver al gobierno nacional coordinando con la provincia, la provincia coordinando con la ciudad para erradicar este clima de inseguridad que estamos viviendo en Rosario provocado en gran parte por esta situación del narcotráfico y también por una serie de delitos graves como el homicidio que en muchos casos no provienen tanto del narcotráfico sino por un clima de violencia que se vive en la ciudad. Un altísimo porcentaje de homicidios se producen por relaciones interindividuales, con lo cual nos están marcando que hay un clima de resolución de conflictos a partir de un arma. En esto, el nuevo sistema del Código Procesal Penal de la provincia va a aportar una celeridad de la resolución de las causas.
Hay que ser muy responsables en esto: no hay una solución mágica. Ahora, si bien no hay una solución inmediata, tampoco esto nos justifica que nunca se haga nada. Por eso señalo que son pasos muy importantes los que se han venido dando en el último tiempo.