La Comisión Nacional de la Verdad (CNV) de Brasil pidió ayer al gobierno que la Policía Federal participe de la investigación por el asesinato del ex coronel del Ejército Paulo Malhães, quien reveló las torturas cometidas durante la dictadura, al sospechar que el crimen está relacionado con esta confesión.
La CNV, designada hace más de un año por la presidenta Dilma Rousseff para investigar violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, hizo la presentación de manera formal ante el ministro de Justicia, José Cardozo, por la cual solicita que la Policía Federal acompañe la investigación que realiza la Policía Civil de Río de Janerio del asesinato de Malhães a manos de presuntos asaltantes.
De acuerdo con la investigación preliminar, tres hombres invadieron anteayer la casa del ex agente del Centro de Informaciones del Ejército, lo ataron, al igual que a su esposa, y dieron muerte al militar tras permanecer más de diez horas en la vivienda, en una zona rural de Nova Iguaçu. La esposa de Malhães explicó que ambos fueron amarrados en habitaciones distintas y que no supo en qué momento fue asesinado su marido, que según la policía fue asfixiado.
Malhães había declarado en marzo ante la CNV que agentes del Centro de Informaciones del Ejército mutilaban cuerpos de las víctimas de la dictadura, asesinadas en la Casa de la Muerte, en Petrópolis, arrancándoles las piezas dentales y las puntas de los dedos para impedir su identificación.
La CNV no descartó que la muerte de Malhães pueda estar relacionada con esta declaración y calificó que el crimen como una posible “quema de papeles” en el sentido de impedir que el militar revelara más datos.