Un joven de 20 años fue condenado a 14 años de prisión tras ser encontrado penalmente responsable del homicidio de un muchacho de 25 años y de un robo calificado, todos cometidos a principios de septiembre de 2012 en la zona noroeste. La detención del imputado se produjo el 14 de septiembre de ese año, cuando protagonizó un tiroteo con los uniformados luego de que le frustraran el robo de una moto frente al complejo de cines Village. La pena impuesta a Enrique Nahuel Gómez estuvo a cargo del magistrado Julio César García, de Sentencia 6ª.
El crimen de Javier Eugenio Alegre, de 25 años, fue el miércoles 12 de septiembre cerca de las 20.30 en la esquina noroeste de Humberto Primero y Felipe Moré. Alegre contaba con una condena por robo calificado en la comisaría 6ª y estaba libre porque esa semana la Justicia le había habilitado salidas laborales de 9 a 13 y de 16 a 21. El día del asesinato era su segunda jornada laboral. Como le faltaba media hora para volver al penal, un vecino le prestó una moto Suzuki 110 para que Alegre lleve a su pareja, Claudia P., para que haga unos mandados. “Me dejó en Humberto Primero y Felipe Moré, crucé la calle y vi que pasó este pibe (por Gómez). Estaba esperando para comprar cuando siento disparos, salí y mi marido cayó herido de la moto. El que lo mató salió corriendo para el lado de las vías”, describió la mujer según se desprende del fallo.
Tras el ataque, Alegre quedó gravemente herido con un tiro en el tórax y el otro en el cráneo. Los médicos del Sies lo trasladaron hasta el Heca, adonde arribó sin vida como consecuencia de las lesiones que le provocaron los plomos en su cuerpo.
Tras el crimen, algunos testigos y allegados del fallecido identificaron en sede judicial al autor de los disparos, pero nadie supo contar lo que motivó la fatal agresión.
La Justicia no tuvo que invertir en medidas ni en personal para dar con Gómez. En menos de 48 horas y con el revólver que había dado muerte a Alegre, el joven de 20 años se enfrentó a los tiros con dos policías para intentar huir de un frustrado intento de asalto a un hombre que estaba frente al complejo Village.
Ese asalto fue el 14 de septiembre cerca de las 19. La víctima, de nombre Emanuel, estacionó su motocicleta Honda 250 cilindradas color negra frente a un minimarket para comprar cigarrillos. Emanuel se bajaba de su vehículo cuando Gómez se le apareció con un cómplice de 14 años, sacó un revólver y le exigió que entregue la Honda. El motociclista acató la orden y los asaltantes se fueron en la moto por la avenida Eva Perón al este. Al pasar las vías el sistema de alarma de la motocicleta hizo que detengan la marcha y la dupla intentó huir a la carrera de los dos patrulleros que los perseguían. Gómez se fue por Liniers al norte, disparó un par de veces y al llegar a calle Tucumán se tiró al piso.
En esta oportunidad, los testigos dieron precisiones sobre la fisonomía y la vestimenta del asaltante y a estas pruebas se sumaron al secuestro de la moto junto al revólver, destacó García.
En esta etapa, la defensa del imputado pidió la absolución de su defendido en ambos procesos debido a que la acusación se sustenta en pruebas subjetivas y poco claras con la ausencia de otras pruebas técnicas y científicas.
Por su parte, el juez a cargo de Sentencia 6ª argumentó su decisión y los delitos por los que se lo condenó a Gómez: la primera fue la inmediatez de la detención –el homicidio fue la noche del 12 y el asalto el 14–. “El secuestro del arma de fuego utilizada para amedrentar a la víctima y posteriormente resistir su arresto efectuando disparos contra el personal policial tratando de impedir la aprensión, constituye una prueba cargosa de un entidad tal, que sumado a los elementos incriminantes hacen que no existan dudas sobre el protagonismo autoral y consecuente responsabilidad penal del imputado”, describió el magistrado y condenó a Enrique Nahuel Gómez a 14 años de prisión al considerarlo autor penalmente responsable de los delitos de robo calificado por el uso de arma de fuego con aptitud para el disparo, agravado por la intervención de un menor en grado de tentativa, resistencia a la autoridad con utilización de arma de fuego, portación ilegítima de arma de guerra y homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
