“Nosotros le pedimos al Estado que reclame legítimamente le corresponde que es el inmueble y la deuda. De esta forma, se puede dar continuidad a la cooperativa para que pueda seguir gestionando el hotel”, sostuvo Horacio Lalli un trabajador de la cooperativa del recuperado Hotel Bauen.
En una gira por el país e invitados por los trabajadores de La Toma (Tucumán 1349), quienes recuperaron el hotel de Buenos Aires estuvieron en Rosario el pasado martes 6 y dieron una conferencia donde cuestionaron el accionar de la Justicia por favorecer a los “dueños” –a la antigua patronal– que en 2001 abandonó las instalaciones luego de haber echado a casi todo el personal y haber vaciado la empresa.
Asimismo, los trabajadores del Bauen pidieron al Estado que reclame la deuda de estos empresarios, que nunca fue pagada, por lo que el edificio pertenece al Estado nacional, además de a sus trabajadores que lo mantienen abierto.
“Mi nombre es Horacio, soy uno de los socios fundadores de la cooperativa del Hotel Bauen. Este hotel fue uno de los tantos que se construyeron para el Mundial de Fútbol de 1978, con créditos del Estado. Un grupo empresario toma créditos a través del que era en ese momento el Banco Nacional de Desarrollo (Banade) y construyen el hotel. Esos préstamos nunca fueron pagados, la plata nunca fue repuesta al Estado”, explicó a modo de introducción el representante de los trabajadores que actualmente gestionan al Hotel Bauen.
En su exposición, el trabajador del Bauen señaló sobre sus antiguos patrones que “estos empresarios explotaron las instalaciones hasta el 2001 cuando decidieron la quiebra”.
En el marco de una de las peores crisis que tuvo la Argentina, en el 2001, varias empresas fueron recuperadas por sus trabajadores, quienes lograron ponerlas en pie y hacerlas funcionar. Ese también fue el caso de los que trabajaban en el hotel Bauen.
“A partir de ahí (del 2001), los trabajadores quedamos en la calle. Desde el 2003, y a pesar de que los empresarios nos cierran las puertas, conseguimos reabrir al Hotel Bauen y ponerlo en marcha. Entramos en el edificio del que hoy la Justicia, en su fallo, dice que el inmueble pertenece a esos empresarios, dueños que no pagaron”.
Por este motivo, los trabajadores del Bauen piden que el Estado ejerza su derecho en contra de “unos empresarios corruptos que realizaron una mala gestión y engañaron al Estado”.
“Nosotros, entonces le pedimos al Estado que reclame legítimamente lo que le corresponde, que es el inmueble y la deuda. De esta forma se puede dar continuidad a la cooperativa para que pueda seguir gestionando el hotel”, afirmó Lalli.
Preguntado sobre qué perspectivas tienen hacia el futuro, Horacio no se mostró confiado en la Justicia pero tiene esperanzas en una salida por parte del Estado.
“Desde el punto de vista legal, los fallos no nos han favorecido y por eso recurrimos a la parte política. Reclamamos al gobierno para que ejecute la deuda de esos empresarios. Nosotros reconocemos que el gobierno ha hecho innumerables esfuerzos para ayudarnos desde la gestión, a través de algunos subsidios, a través de direccionar la clientela del segmento de economía social. Pero lo que queremos es que el Estado intervenga en la defensa de esto que también es interés público. También, porque no lo hizo nadie. Desde 1978 hasta el momento, nadie, ni desde el Poder Judicial, fue capaz de ejecutar esa hipoteca, ese crédito tomado por la patronal y nunca pagado”, señaló.
Además de eso, e indagado sobre si pudieron hacer funcionar de modo eficiente a la empresa hotelera porteña, el trabajador respondió afirmativamente y narró varios inconvenientes que lograron sortear.
“Con todos los inconvenientes que tuvimos desde que reingresamos a nuestro trabajo y logramos ponerlo en funcionamiento, recién al año y medio. Cuando cierran el hotel, al mismo tiempo empieza su vaciamiento por parte de la patronal. Cuando regresamos no había absolutamente nada, entonces hubo que rearmar todo, desde camas, sábanas, televisores, vajilla, todo lo que necesita un hotel para poder funcionar. Paulatinamente y por áreas, se fue reabriendo el hotel que ahora está funcionando en su totalidad. Hemos demostrado, desde el 2003, que no estamos gestionando ese emprendimiento por una casualidad”, agregó Lalli. “Después de los despidos masivos que la patronal realizó, quedaron 60 compañeros trabajando”, contó Lalli, quien, también afirmó que unos 17 participaron de la toma que se tradujeron en 35 trabajadores a las 48 horas”. La empresa hoy da trabajo a 130 personas que se multiplican en varias familias y que demuestran que se recuperaron casi 100 puestos de trabajo.
Por último, el representante de La Toma, Carlos Ghioldi, expresó que en Rosario también existen los mismos temores de la gente de trabajo porque desde la Justicia local no se dan respuestas a sus pedidos y, sí se hace eco a antiguos empresarios que manejaron mal a las empresas y pusieron en peligro al trabajo de los rosarinos.
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