Tras conocerse las denuncias –publicadas por este diario– por parte de sacerdotes de distintos barrios de la ciudad y de organizaciones sociales sobre excesos de personal de Gendarmería a la hora de realizar operativos con vecinos de barrios más vulnerable como principal objetivo, el propio secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, dijo ayer estar al tanto de las mismas y que se armó una comisión “que va a evaluar cada uno de los casos, como corresponde”, agregando que los responsables serán “sancionados” si se comprueba cualquier clase de apremio. Igualmente, el funcionario opinó que se debe tratar de “excepciones a la regla” porque la fuerza está formada por personas “capacitadas y profesionales”. Además, defendió el accionar del operativo al señalar que desde el desembarco de las fuerzas federales “la gente volvió a tomar mate en la puerta de su casa”.
“Uno ve y percibe en la calle, cuando camina, el respeto y el afecto de la gente. Aquellas excepciones que no cumplen con la directiva de este Ministerio de Seguridad serán investigadas y si les cabe alguna sanción se aplicará, como ocurre en todos lados”, remarcó.
Sobre la situación que se está viviendo en los barrios tras la llegada de las fuerzas federales, Berni recordó que las mismas están desplegadas en las zonas más acosadas por la violencia y la inseguridad y que esto fue informado en su momento por el propio gobierno provincial.
“Hasta hace poco la gente no salía de sus hogares. Nosotros, ahora en los recorridos, vemos que la gente vuelve a tomar mate en las calles. Parece una tontera lo que digo pero es muy importante. Eso hace un tiempo atrás era imposible y hoy la gente vuelve a tomar mate con la puerta abierta y eso es muy importante”, subrayó el funcionario nacional en declaraciones a LT3.
“La provincia está trabajando en conjunto con nosotros en la formación de una policía de prevención barrial cuya finalidad es ir reemplazando a la Gendarmería y seguir cumpliendo el mismo rol y funciones que esa fuerza. Esperemos que en los próximos meses esto se pueda ir cumpliendo y la Gendarmería se pueda ir retirando de a poco”, añadió.
Luz de alarma
Cabe recordar que los curas barriales Joaquín Nuñez, Daniel Siñieriz y Edgardo Montaldo advirtieron a comienzos de esta semana que “se viene registrando un preocupante incremento de controles por parte de Gendarmería que afectan a vecinos en su vida diaria con requisas exhaustivas que suelen tener como principal blanco a chicos pobres que viven en villas”.
“Lo que yo estoy viendo en el barrio es que la gente pasó de estar tranquila, de sentirse protegida por Gendarmería, a sentirse ahora abrumada por los constantes controles”, amplió Siñieriz.
En este marco, la comisión de Derechos Humanos del Concejo Municipal mantuvo un encuentro con referentes de agrupaciones de defensa de derechos humanos que sostuvieron que existen “múltiples” denuncias de abusos de autoridad –especialmente en las zonas más vulnerables de la ciudad– tanto por parte de personal de Gendarmería como de la Policía provincial en el marco de los operativos de saturación que comenzaron hace más de un mes.
“En la reunión nos comentaron que las requisas se realizan sin ningún criterio y que muchos vecinos se sienten tratados como delincuentes”, señaló María Eugenia Schmuck, presidenta de esa comisión de trabajo en el Palacio Vasallo.
Desde la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) local, en tanto, sostuvieron que es común el ensañamiento con los habitantes más humildes, que se actúa por “portación de cara” y que están recopilando una serie de denuncias que serán presentadas ante autoridades estatales.