La artista rosarina Marina Gryciuk presentará mañana en el stand santafesino de la 14ª edición de la Feria Puro Diseño, en Buenos Aires, dos de sus proyectos: la marca de ropa que lleva su nombre y la producción de objetos y accesorios Qomi, que quiere decir “nosotros” en idioma qom. Pese a que fueron seleccionadas ambas iniciativas por el equipo de curadores de la muestra, la creadora confiesa que sobre la segunda propuesta tiene un afecto especial, ya que se trata de una serie de trabajos realizados por mujeres de comunidades originarias durante los talleres que coordina, desde hace algunos años, en el Centro Cultural El Obrador, de Maradona y Espinillo.
Gryciuk tiene poco más de 40 años, es licenciada en Bellas Artes y docente en escuelas terciarias de diseño. Cuando era estudiante fabricaba vestuario teatral. Desde 2005 se dedica a la creación de indumentaria y accesorios hechos con material reciclable y recuperado, técnica que volcó a la elaboración de objetos en los talleres de barrio Toba. Sobre ello, explica que el trabajo de cestería se hace con vegetal mojado y, en consecuencia, “las manos quedan a la miseria”.
“En el Chaco las mujeres guardan las hebras de vegetal en un balde con agua, las sacan y van armando el tejido. Tejer con estos materiales resulta un poco más amable”, cuenta mientras muestra una canasta amarilla hecha con tiras de envases de lavandina.
También señala que otra de las cosas en las que pensó para recuperar las técnicas que utilizan las mujeres indígenas fue el teñido con tintes naturales, por lo que suelen hacer vasijas o bolsos de hilo crudo que después someten a un proceso natural con agua de lluvia y otros recursos.
La materia prima, el desafío
La diseñadora recibe a El Ciudadano en su casa de Arroyito. En una amplia y luminosa habitación montó su lugar de trabajo. Máquina de coser, tijeras, mesa de corte, alambres, cajas, hilos y retazos de telas de distintos tamaños y colores forman parte del escenario habitual donde elabora y piensa en las nuevas creaciones. A pocas horas de la presentación de Qomi en Buenos Aires, Gryciuk muestra uno a uno los objetos y accesorios elaborados por las mujeres en el Centro Cultural El Obrador: carteras hechas con envases de leche, bolsos armados con géneros trenzados y hasta una tetera de hilo, ideal para decorar la cocina.
La diferencia entre los objetos terminados que las mujeres elaboran con vegetal mojado en el Chaco y los que fabrican con material recuperado en barrio Toba es muy significativa. Sin embargo, Gryciuk considera que “el efecto sorpresa del público y la aceptación de un producto nuevo las incentiva mucho”.
“Que hayamos sido aceptadas en Puro Diseño la verdad es una maravilla. Creo que nunca pensaron que iba a suceder algo así. Lo interesante es lo que se genera a raíz de esto y es, fundamentalmente, que ellas sientan que es posible que estén en este lugar, que puedan mostrarlo y que sientan que pueden ser las protagonistas”, dice.
Qomi, marca plural y propia
Actualmente, a los talleres que Gryciuk dicta en El Obrador asisten Ruperta, Margarita, Roberta, Marta y Dalila. “Ruperta es un poco el alma mater del grupo; es la que nos enseñó a tejer y a teñir”, cuenta la artista. También señala que fue a la misma mujer a quien se le ocurrió Qomi para el nombre de la marca de accesorios y objetos que fabrican.
El proyecto que se presentará mañana en Buenos Aires comenzó hace unos tres años con una producción de mantas hechas, en su mayor parte, con prendas de vestir desarmadas. Así es que, después de recolectar telas, lanas y ropa se fabricaron numerosas colchas y abrigos de cama que fueron llevados a sus parientes del norte.
“Todos los años los miembros de las comunidades viajan a visitarlos. Es que después de la migración que hicieron a Rosario se convirtieron prácticamente en nómades y están un tiempo acá y otro tiempo allá”, dice.
Las expectativas en cuanto a la participación en la Feria Puro diseño por parte de las mujeres que participan del proyecto de Gryciuk, son muchas. La artista insiste en que si bien se anotó con su marca de ropa, decidió también presentarse con el trabajo de El Obrador.
“Sentí que Qomi podía ser aceptado y que era importante que pudiera ser mostrado. Sé que es un producto muy nuevo y que le falta proceso, como es el darle algunas terminaciones que sé que son necesarias o ir alternando colores porque desde el diseño sé que es lo que la gente quisiera comprar”, destaca la artista.
Desde mañana y hasta el próximo 25 de mayo, las producciones que las mujeres de pueblos originarios realizan en el Centro Cultural El Obrador se exhibirán en La Rural, en Buenos Aires. Asegura la mentora del proyecto que se trata de un momento muy importante para quienes participan de la iniciativa.
Ideas locales y creativas
Son dieciséis los proyectos rosarinos de indumentaria y accesorios que participarán en la 14ª edición de la Feria Puro Diseño 2014 que se llevará a cabo en el predio de La Rural, en Buenos Aires. El encuentro, que convoca a emprendedores y artistas del interior del país, comenzará mañana y se extenderá hasta el próximo domingo.
Los proyectos locales que participarán en el rubro Indumentaria son Paracas, Chango, Marina Gryciuk y Pqtz. En accesorios, Laura Ro, Quomi, María Cavallero, Kosiak y Chiqui Di Paolo. Finalmente, los emprendimientos de la categoría “Objetos” son Erre, Periférico-Objetos Lúdicos, Nana González, Lulu Bertó, Attenti Il Cane y Oh! Pacha.
El equipo curador de la Feria, integrado por reconocidos artistas, visitó en 2013 Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Corrientes, La Pampa, Chubut, Santa Fe, Mendoza y Jujuy, ocasión en la que debió escoger entre más de 700 proyectos.
Lejos de la estética puesta desde el lugar del poder
La presentación de “Género femenino”, la colección de indumentaria invierno 2014 de Marina Gryciuk, contó con tres modelos especiales: la periodista Patricia Dibert, la concejala del Frente para la Victoria Norma López y Mariela Mangiaterra, psicóloga y miembro de la Secretaría de Cultura y Educación municipal. “Tengo un tipo de clientela en particular: son profesionales, independientes, mujeres que se autosustentan y al mismo tiempo tienen una idea de la imagen propia muy interesante, contó la diseñadora sobre la elección.
Así fue que tuvo en cuenta la calidad de sus clientas a la hora de organizar la campaña publicitaria. Para la diseñadora local, la selección fue “un posicionamiento político en lo que a la ropa se refiere” y explicó también que quienes compran su indumentaria son mujeres cuyos cuerpos atravesaron cambios y que ya no son las nenas de la estética puesta desde el lugar del poder o de lo bello instituido.
“Desde hace varios años que trabajo con mujeres en las cárceles, en el Centro Cultural El Obrador y no representan la estética de belleza que muestran por la televisión. Me estoy corriendo también de lo que es para mí un paradigma nefasto: Tinelli. Mis mujeres son otras, no son hijas de nadie y lo que tienen no se los regaló nadie. Por eso busqué hacer también como un homenaje a eso”, concluyó.