Un adolescente de 17 años que estaba siendo buscado ante la sospecha de haber asesinado a un compañero de clases en la puerta de una escuela de Santa Fe, el jueves último, se entregó hoy en los tribunales provinciales, aseguraron fuentes judiciales.
El adolescente estaba acusado de haber sido el autor de la cuchillada que mató a Joel Soto en la puerta del Colegio José María Drago, en Santa Fe, y se presentó en el Palacio de Tribunales acompañado por un abogado.
El crimen se produjo cerca de las 21 del jueves último en esa escuela que funciona en la avenida General Paz al 5.300, del barrio Sargento Cabral.
La víctima recibió un cuchillazo en el abdomen y murió antes de que pudiera ser atendido en el hospital José María Cullen, hasta donde había sido trasladado.
Aquel día, el fiscal regional de Santa Fe, Ricardo Fessia, declaró a Télam que se trató de «una disputa interpersonal».
Según la pesquisa, todo comenzó dentro de la escuela nocturna, cuando Soto y su compañero comenzaron a discutir por cuestiones ajenas al colegio.
Según el fiscal, tras la discusión, los chicos salieron corriendo de la escuela, las maestras y sus compañeros los llamaron a los gritos, pero a dos o tres metros de la salida se produjo el enfrentamiento.
«Uno le asestó una puñalada al otro, cuando llegó al hospital ya no tenía signos vitales. Los dos estaban armados con cuchillos», afirmó Fessia, quien sostuvo que «los chicos vienen de un barrio complicado».
Tras el crimen, la vereda quedó con manchas de sangre y se hallaron dos cuchillos que habrían sido usados por los alumnos en la pelea.
Según el fiscal, «la maestra comentó que los chicos estaban un poco `sacados`, bajo el influjo de algo, y algunos dicen que hubo una disputa sentimental», pero esto todavía no pudo ser probado.
Seguidamente, señaló que «el joven muerto tenía antecedentes penales por delitos contra propiedades».
«Hay que hacer un análisis más profundo, no creo que sea la droga lo único que determine este espiral de locura, pero el asunto es muy complejo», subrayó Fessia, quien dijo que «aparentemente, los jóvenes tendrían una disputa previa del barrio en el cual viven».
Sobre el agresor, el fiscal dijo que dialogó con el padre, el cual le aseguró que tiene «poco contacto» con el chico y que no vive ni con él ni con la madre, por lo que no sabe cual es su hogar.