“El sistema se cae. Yo lo vengo diciendo desde hace dos años. Hay 150 licencias en caución y no hay a quién dárselas. Tienda León cerró la parte de remises y se quedó con los colectivos. ¿Por qué? Si fuera rentable, no lo hubiera hecho”, lamentó el titular de la Cámara de Titulares de Remís, Alfredo Gordo. El representante del sector marcó una larga serie de dificultades que enfrentan los remiseros de la ciudad y, como una de las principales, aparece la competencia, al menos desleal, que plantean agencias de otras localidades que transportan pasajeros en Rosario. Frente a esa cuestión, cuya resolución aparecía hasta ahora como más que compleja, el Concejo Municipal aprobó ayer un proyecto de decreto que pide que el tema ingrese a la mesa del Ente de Coordinación Metropolitana, que engloba una veintena de municipios y comunas. La idea del concejal Osvaldo Miatello, autor del proyecto, es que el servicio de remises tenga similares tarifas y requisitos en toda la región.
“Esperamos que la mesa ejecutiva del Ente tome este tema para generar una legislación común. No se trata de descalificar a otros municipios, pero hay que equiparar obligaciones entre los remises”, marcó Miatello.
El edil justicialista se refirió así a la misma situación que describió el titular de los remiseros y es a la cantidad de licencias en localidades aledañas a Rosario. Por caso en Villa Gobernador Gálvez trabajan unos 500 remises, prácticamente la misma cantidad que en Rosario, para atender una población 11 veces menor: menos de 81 mil habitantes contra más de 950 mil. En Alvear, en tanto, hay unos 50 remises, en una población que no llega a los 4.500 habitantes. Y una situación análoga se replicaría en todo el Gran Rosario.
Para los remiseros locales, semejante cantidad sólo tiene una explicación, y es que los servicios incursionan en Rosario. Pero la queja es que lo hacen con tarifas menores y sin sortear las exigencias que soportan ellos para obtener y mantener una licencia. “Nosotros tenemos que cambiar el auto cada 5 años, y en otras localidades lo tienen que hacer cada 10, o más. Yo ya cambié tres veces un coche y en ese tiempo afuera siguen con el mismo auto”, se quejó Gordo.
Frente a ello, el proyecto de decreto aprobado ayer, y que cuenta con sólo dos artículos, encomienda al Ejecutivo municipal “que realice las gestiones necesarias para coordinar la unificación normativa del servicio” en el marco del Ente de Coordinación Metropolitanta. Y plantea que esa normativa regional “deberá contemplar necesariamente” los dos aspectos clave que planteó el sector, la “armonización tarifaria” y la “equiparación de requisitos”.
Aun así el tema no parece simple, ya que según Gordo las menores tarifas de otras localidades también se originan en que “son autos más viejos”. Y no parece fácil que remiseros de poblaciones más pequeñas se puedan adecuar a la normativa vigente en Rosario, si en la misma ciudad, según el titular de la cámara, “muchos no pueden cambiar las unidades”.
¿Podría bajarse el nivel de exigencias locales? Por lo pronto, ni Miatello ni Gordo incursionaron en ese terreno, en tanto que, consultados por este diario, el secretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado, y la secretaria de Servicios Públicos, Clara García, prefirieron abstenerse de opinar hasta conocer la letra de lo que se aprobó en el Palacio Vasallo.
Con todo, la otra gran piedra en el zapato de los remiseros locales son los remises “truchos”, contra lo que dependen en gran medida de los operativos de control municipal: durante el año pasado, 140 autos fueron enviados al corralón al ser detectados, pero según Gordo la cifra es muy superior. Tanto, que el fuerte del sector dejaron de ser los pasajeros individuales, desplazados por servicios a empresas de la región para su personal y directivos.
