La rusa Maria Sharapova conquistó su segundo Roland Garros y su quinto título de Grand Slam al imponerse en la final de París a la rumana Simona Halep, campeona júnior en 2008, por 6-4, 6-7 (5) y 6-4 en 3 horas y 2 minutos.
La rusa, de 27 años, logró llevarse el título ante Halep, de 22, en un partido muy físico en el que las finalistas se rompieron el servicio hasta en quince ocasiones.
Sharapova ascenderá de la octava a la quinta plaza en el ranking de la WTA tras imponerse en su tercera final consecutiva de Roland Garros, después haber sido campeona en 2012, y sumar 50 partidos ganados en la tierra batida de París.
«Es la final de Grand Slam más dura que he jugado nunca. Todo el respeto para Simona, ha jugado muy bien», dijo en la pista la campeona, al borde de las lágrimas y después de escalar las gradas para abrazarse con su equipo.
Se convierte, además, en la primera persona con pasaporte ruso en ganar dos veces en Roland Garros y se embolsará 1,65 millones de euros por el título frente a los 825.000 euros que percibirá Halep (unos 2,25 y 1,25 millones de dólares, respectivamente).
«Felicidades. Eres una gran campeona y mereces este título (…). Han sido dos semanas increíbles para mí», señaló Halep, que no perdió la compostura cuando se dirigió con el micrófono al público de la pista central Philippe Chatrier tras su primera final en un Grand Slam.
La rusa, que en sus tres últimos partidos había perdido el primer set, también arrancó mal, con una doble falta y entregando de inicio su servicio para que Halep se apuntara un 2-0.
Pero Sharapova recuperó la desventaja rápido (2-2) y arrebató el servicio a la rumana en el 4-2, volvió a perderlo en el 5-4 y logró cerrar la primera manga con un 6-4, tras casi una hora de juego y 27 grados centígrados en el termómetro.
En la segunda manga, Sharapova rompió en el 2-0, pero Halep reaccionó (2-1) y ambas fueron sumado juegos con desgaste físico, muchas roturas y puntos de hasta veinte intercambios.
Hasta que Sharapova logró firmar una rotura en el 5-5, perdió el saque en el 5-6 y volvió a romper en el 6-6, con lo que el set tuvo que resolverse en el desempate, tras dos horas de juego y un carrusel de roturas.
Sharapova llegó a disponer de un 5-3 en el desempate, pero acabó entregando el set con 7-6 (5) y se refugió en el vestuario antes de enfrentarse al set que decidiría la dueña de la copa Suzanne Lenglen.
Mismo patrón en la recta final del partido, con dos roturas consecutivas y 1-1 en el marcador. Sharapova volvió a adelantarse en el 3-2 y volvió a desperdiciar su ventaja en el 4-4 y a recuperarla en el 5-4.
Finalmente, con 40-0 a su favor y saque, la rusa cerró un partido épico al que solo le faltaron dos minutos para convertirse en la final femenina más larga de Roland Garros desde que existen registros, récord que ostentan la alemana Steffi Graf y la española Arantza Sánchez Vicario (3 horas y 4 minutos, en 1996).
Fue, además, la primera final femenina en la que se jugaron tres sets desde 2001, cuando la estadounidense Jennifer Capriati derrotó a la belga Kim Clijsters.
Y fue, también, el cuarto enfrentamiento entre ambas tenistas, siempre con victoria para la rusa, que se había enfrentado con Halep por última vez en la final de la pasada edición del Masters 1.000 de Madrid, donde la rumana también logró arrebatarle un set a su rival.
Con su victoria, Sharapova empata en número de títulos de Grand Slams con la suiza Martina Hingins (5). Y lo tiene todo de cara para seguir escalando en el ránking, pues el año pasado, tras perder la final en París, cayó eliminada en segunda ronda de Wimbledon, en primera en Cincinnati y se perdió el resto de la temporada por una lesión en un hombro.