El astro de la selección brasileña Neymar impidió el domingo que un niño que había invadido la cancha de la Granja Comary fuera expulsado y lo invitó a tomarse fotos con los demás jugadores.
El incidente ocurrió al final de un entrenamiento, mientras los futbolistas hacían ejercicios de estiramiento en el centro deportivo de Teresópolis, 100 kilómetros al norte de Río de Janeiro.
El niño burló los controles de seguridad, saltó una reja y una vez dentro del complejo deportivo corrió en dirección a los jugadores. Los guardias de seguridad lo atraparon y se disponían a expulsarlo cuando intervino el atacante del Barcelona.
Neymar llevó al niño hasta donde estaban sus compañeros y todos se tomaron fotos.
Brasil abre el Mundial el jueves ante Croacia en la Arena Corinthians de San Pablo. El anfitrión está en el Grupo A, integrado además por Camerún y México.
