Ayer parecía que la novela llegaba a su fin y que Newell’s anunciaría la contratación del nuevo entrenador después de dos meses de infructuosa búsqueda. Pero eso no sucedió y la Lepra sigue sin tener director técnico.
En la mesa de los dirigentes rojinegros había dos nombres sobre la mesa: Sergio Markarian y Omar Asad. Pero por distintos motivos ambos se alejaron del Parque de la Independencia y ahora no quedan candidatos potables a la vista.
Con el entrenador uruguayo hubo charlas y reuniones en las que se buscaron definir todos los temas. Según trascendió, aún restaban detalles por resolver como cuestiones económicas (divisas y forma de pago) y también la conformación de su cuerpo técnico, ya que los colaboradores de Markarian se quedaron en la selección de Perú luego de su alejamiento.
Y como Markarian pidió algo de tiempo para responder, los dirigentes fueron directamente a la carga por Asad, con quien ya habían mantenido algunas charlas. El Turco llegó ayer a Rosario cerca del mediodía y se volvió a juntar con los directivos rojinegros. La sensación es que se encaminaba a ser el nuevo entrenador leproso, pero las cosas cambiaron con el correr de las horas.
Primero se conoció que algunos dirigentes no estaban convencidos con su llegada, argumentando que no encajaba con el “proyecto” y que sus últimos antecedentes no fueron favorables tanto en San Lorenzo, Godoy Cruz de Mendoza y Atlas de México.
Y luego los hinchas se expresaron en contra de su llegada en las redes sociales, algo que se potenció más tarde cuando trascendió un video de hace cuatro años admitiendo que era “una cuenta pendiente dirigir en Central”.
En consecuencia, Asad dejó de ser candidato y Newell’s vio nuevamente relegada la contratación del DT. Y ahora, las opciones son decididamente pocas.
Markarian es una posibilidad concreta si se reflotan las charlas y se resuelven las cuestiones pendientes. Al menos con el uruguayo no hay que arrancar de cero en las negociaciones y es un entrenador de prestigio sudamericano.
Américo Gallego y Fernando Gamboa, dos entrenadores que tienen consenso entre los hinchas, no han sido considerados en ningún momento por la dirigencia. Y Roberto Sensini, otro que tenía ‘banca’ en la gente, arregló en Atlético Rafaela.
Una opción que está a mano es apostar por entrenadores que surjan desde inferiores. En ese sentido, Ricardo Lunari tiene una ventaja porque estuvo en el cargo siete partidos, pero algunas decisiones que tomó no fueron bien vistas y perdió apoyo. Los otros entrenadores que trabajan en el semillero (Gustavo Raggio, Gastón Liendo y Diego Crosa, por citar algunos ejemplos) encuentran en la inexperiencia su mayor contrapeso.
¿Habrá algún otro en carpeta? Posiblemente surjan nombres nuevos o quizás la dirigencia rojinegra deba reconsiderar opciones que no tuvo en cuenta. Lo cierto es que hoy Newell’s sigue sin entrenador. Y la solución no asoma en el corto plazo.
