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Amenazan con paralizar San Pablo el día de la inauguración

Los empleados del subte dijeron que si no llegan a arreglar con el Gobierno a sus reclamos gremiales volverán al paro el jueves. Ese día Brasil enfrentará a Croacia en el estadio de Corinthians.

Los empleados del subte de la mayor urbe de Brasil decidieron suspender anoche tarde la huelga hasta mañana, víspera del partido inaugural del Mundial de Fútbol, horas después de que el Gobierno del estado brasileño de San Pablo endureciera su posición frente a la traumática medida de fuerza.

Además de negarse a atender las nuevas reivindicaciones del sindicato que representa a los empleados del subte de San Pablo, el Gobierno regional anunció el despido de 42 huelguistas, amenazó con nuevos despidos si no normalizan las actividades y autorizó a la Policía a dispersar con gases lacrimógenos a un grupo de manifestantes que intentaba impedir el acceso a una estación del metro.

Tras las amenazas del Gobierno y el fracaso de las negociaciones, el sindicato que representa a los trabajadores decidió suspender la huelga, que hoy cumple seis días, hasta el miércoles, momento en el que se realizará una nueva asamblea para discutir el rumbo que tomará el sindicato.

De esta forma, estaba previsto que los empleados vuelvan hoy a sus puestos de trabajo, aunque el sindicato afirmó que existe la posibilidad de retomar la huelga el próximo jueves, fecha del partido inaugural del Mundial en el Arena Corinthians de San Pablo entre Brasil y Croacia.

El subte es el principal medio de transporte para acceder al estadio Arena Corinthians y las autoridades calculan que será utilizado por unos 50.000 aficionados que tienen entradas para el partido del jueves.

El gobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin, justificó el endurecimiento de su posición en la decisión del pasado domingo del Tribunal Regional de Trabajo, que declaró la huelga ilegal por considerarla «abusiva» y determinó que el sindicato pague una multa de 500.000 reales (unos 222.120 dólares) diarios en caso de mantener la paralización.

Según el gobernador, la decisión judicial permite despedir «por justa causa» a huelguistas contra los que se tienen pruebas de que participaron en actos vandálicos.

El secretario de Transportes regional, Jurandir Fernandes, dijo que el Gobierno despidió a 42 empleados y está analizando el despido de otros 13, tras las versiones iniciales de que habían sido destituidos 60.

El mismo tribunal, en una audiencia de conciliación, también determinó que el subte de San Pablo, gestionado por el Gobierno regional, conceda un aumento salarial del 8,7% a sus empleados, frente al 12,2 que reclamaban los huelguistas, por lo que dejó sin argumentos al sindicato que defendía la medida de fuerza.

Ante la decisión judicial del domingo, el ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, dijo creer que los empleados del subte se reincorporarían a sus puestos antes del inicio del Mundial.

«Creo que la tendencia es el cumplimiento de la decisión judicial», afirmó Rebelo, un dirigente del Partido Comunista de Brasil que admitió no recordar una huelga en la que los trabajadores hayan»persistido» en desafiar una decisión judicial.

A pesar de que el sindicato recomendó a los empleados que mantuviesen la paralización hasta que el Gobierno regional revisase su decisión de despedir a los huelguistas, finalmente fue suspendida, al menos, hasta mañana.

En las negociaciones, Alckmin descartó revisar la decisión del despido y exigió el inmediato regreso de los empleados a sus puestos de trabajo. Horas después el sindicato acordó suspender la huelga temporalmente.

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