Un hombre de 42 años fue condenado a 4 años de prisión luego de que la Justicia lo encontrara culpable de abuso sexual gravemente ultrajante. De acuerdo con el fallo del Juzgado de Sentencia 7ª, el condenado sometió a la nieta de su pareja, que en ese entonces tenía apenas 7 años, a prácticas sexuales aberrantes. Según la víctima, el hombre la obligaba a ver películas pornográficas y pretendía que imitara lo que veía.
Tanto el abusador como su concubina, abuela de la pequeña, habían declarado en primera instancia hechos que complicaban al por entonces acusado y luego se desdijeron.
La causa comenzó en marzo de 2011, cuando la madre de una nena de 7 años denunció en una dependencia policial que su hija había sido violada en numerosas ocasiones por la pareja de su madre, identificado como Julio Argentino A., quien por ese entonces tenía 39 años.
Según la mujer, la nena le había contado que el hombre, cuando se quedaba sola con él, la obligaba a desnudarse y se le subía arriba; agregando que, luego de llevar a cabo sus prácticas, la amenazaba con un revólver calibre 22 corto, diciéndole que si contaba lo que había pasado mataría a su mamá y su hermana.
El arma fue secuestrada en la casa de la abuela de la víctima durante un allanamiento.
De acuerdo con el fallo del Juzgado de Sentencia 7ª, a cargo del magistrado José Luis Mascali, la niña solía quedarse a dormir en la casa de su abuela; pero la mujer se iba a trabajar todos los días a las 5 de la mañana y la pequeña quedaba a cargo del hombre.
Esto fue confirmado por la concubina del abusador en su primera declaración ante la Justicia, aunque tiempo después se desdijo.
Era en el momento en que su pareja no estaba que el hombre se metía en la pieza donde dormía la nena, se desnudaba y realizaba prácticas sexuales, sin llegar a tener acceso carnal.
Al ser acusado, durante la primera indagatoria, el hombre señaló que la nena mentía; que la pequeña tenía actitudes no propias para su edad, explicando que solía buscarlo con actitudes insinuantes. Fue en esa declaración que admitió haberla tocado en varias ocasiones pero sólo para preguntarle si alguien había abusado de ella, alertado por su forma de relacionarse. Días después, el acusado se desdijo.
El principal argumento que utilizó la defensa durante el proceso legal estuvo centrado en imponer la idea de que la pequeña mentía, impulsada por su madre, en el marco de una disputa familiar. A su vez, aducía que los actos sexuales que relataba la niña los había visto espiando a su madre, cuando tenía relaciones con su novio.
Sin embargo, luego de diferentes peritajes psicológicos sobre la víctima, la Justicia estableció que en la niña “no existen signos evidentes de alteraciones morbosas o deficitarias de sus facultades mentales, ni de su personalidad, tendientes a la fabulación o mitomanía que condicionen la veracidad de sus dichos”. Es decir, no mentía.
En vano fueron los testimonios de la hija y varios amigos de Julio Argentino A., quienes señalaron que la pequeña quería mucho al hombre, relatando a su vez que la nena solía ser agredida por su madre. El juez Mascali condenó al hombre a 4 años de prisión, por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante.