Camisetas amarillas en las bandejas inferiores o en las superiores, en personas sentadas o de pie, en adultos o niños, en hombres o mujeres… Una marea del color de la camiseta del seleccionado de Brasil inundó hoy el estadio Arena Corinthians de San Pablo para vivir con emoción la ceremonia inaugural y el debut de su equipo.
Desde muy temprano en los alrededores del moderno nuevo escenario ubicado en el municipio de Itaquera los simpatizantes brasileños le pusieron color y calor a la fiesta y disfrutaron a rabiar del show de apertura vitoreando cada movimientos de los artistas o cada nota de las diferentes canciones típicas que fueron entonadas.
Acompañados por las banderas verde, amarilla y azul de su país y con diferentes atuendos de cotillón como ser gorros, pelucas, anteojos y bufandas, pese al intenso calor, entre otros, los fanáticos fueron ingresando lentamente al estadio, siempre con la sonrisa de oreja a oreja que caracteriza a los brasileños.
Obviamente, hubo visitantes de todo el mundo también con sus camisetas o alusiones a sus países de orígen, y sobresalieron pequeños racimos de las casacas a cuadros blancas y rojas de los croatas, cuyo elenco también se aprestaba a debutar en la cita ecuménica nada menos que antes el poderoso equipo local.
Y la magia de un Mundial, lejos de cualquier tipo de violencia que se podría generar ya sea en otro tipo de torneos o países, permitió que los hinchas de los dos seleccionados rivales pudieses compartir momentos ya sea en la previa como mismo dentro del estadio.
Fueron infinidad de fotos las que se tomaron juntos brasileños, miles y miles, con croatas, apenas unos centenares, en los ingresos y luego en la cancha, donde se pudo ver a través de las dos modernas y enormes pantallas gigantes enfrentadas a la altura de los córners como convivieron sin ningún tipo de problemas.
Una media hora antes del inicio de la ceremonia oficial, la musica de Ricky Martín, relacionada con la Copa del Mundo, y luego del carnaval de Brasil arrancaron los primeros bailes en las gradas, que de todas maneras no llegaron a colmarse durante la fiesta.
Después sí, con el inicio oficial de la ceremonia ovacionaron cada movimiento, la escenografía y las coreografías y vibraron cuando llegó el momento de la canción oficial entonada por Jennifer Lopez, el rapero Pitbull y la local Claudia Leitte, desde adentro de la pelota de leds que se abrió solo para ellos tres.
Fueron unas 68.000 personas las privilegiadas que tuvieron la oportunidad de disfrutar in situ de una breve pero muy atractiva fiesta, y la gran mayoría, esa marea amarilla, celebró con aplausos la ceremonia pero se mostró nerviosa por el inicio del Mundial.