El Grupo de Trabajo Barrial de la Secretaría de Extensión del Centro de Estudiantes de la Facultad de Medicina de Rosario viene realizando desde abril relevamientos de peso y talla en niños en distintos barrios del Gran Rosario. Actualmente se encuentran en el barrio Resistencia de Villa Gobernador Gálvez donde han detectado un caso de desnutrición grado uno en un bebé de cuatro meses y 22 chicos con bajo peso de un total de 108 que se llevan atendidos. “No creo que este caso de desnutrición sea un caso único y excepcional, no sólo en este barrio y en esta ciudad sino en todo el país porque lamentablemente las prioridades de los gobiernos no están apuntadas a resolver las condiciones de vida de estas personas”, señaló Julieta Palma, una de sus integrantes.
“Nosotros detectamos bajo peso en Misael. Cuando lo encontramos pesaba 3,300 kilos, que es un peso inferior al que él tenía cuando había nacido. Eso fue lo primero que nos preocupó y después el estado general del chico, que no tenía ningún tipo de reflejo, como el de succión, que es el que les permite a los chicos amamantarse. La mamá nos contó que había estado con algunos problemas pero que no la habían atendido en el centro de salud, que no recibía la leche maternizada, que es un problema que viene ocurriendo no sólo en Villa Gobernador Gálvez sino también en toda la provincia, y que por eso no lo había podido alimentar correctamente”, destacó la estudiante.
Frente a esto, le dijeron a su madre que lo lleve a un centro de salud donde finalmente se lo derivó y terminó internando en el hospital Centenario. “Allí estuvo casi una semana y media con desnutrición grado uno, una desnutrición aguda porque es menor de un año. Ahora ya fue dado de alta. Recuperó bastante peso durante la internación y estaba pesando cuando lo fuimos a visitar al hospital 6,200 kilos, lo cual es una mejora importantísima, estaba mucho más vigoroso, mucho mejor, por lo que pudimos constatar que tenía todos los reflejos, se recuperó”, comentó.
Palma recordó que se estaba ante una situación de pobreza que se repite en muchas partes del Gran Rosario. “Viven con suelo de tierra, paredes de madera, con un frío que lógicamente atraviesa todo, no tienen agua potable, no tiene trabajo la mayoría, no hay acceso a la salud porque no da abasto y distintas cosas así, muchísimas”, indicó.
“Nosotros llevamos relevados 108 chicos en total, nos falta una gran parte del barrio, en peso y talla. De estos 108 hay 22 que están con bajo peso, eso es lo que pudimos ver hasta ahora, con bajo peso muy notorio. Eso se puede ver a través del índice de masa corporal y además no creo que sea un caso único y excepcional, no sólo en este barrio y en esta ciudad sino en todo el país porque lamentablemente las prioridades de los gobiernos no están apuntadas a resolver las condiciones de vida de estas personas”, continuó.
“El año pasado el comedor que funcionaba en el barrio lo hacía con 40 centavos por chicos y este año directamente dejó de funcionar porque dejó de tener subsidios por parte de la municipalidad de Villa Gobernador Gálvez. Esto se repite seguramente a nivel nacional. Mientras que haya un presupuesto nacional que gaste un 3 por ciento en salud, un 8 por ciento en educación y un 13,5 por ciento en una deuda contraída en la dictadura yo creo que lamentablemente esas condiciones se van a repetir en muchos lugares de la Argentina”, analizó.
Por último, Palma contó que en todas las viviendas que visitan se encuentran con un reclamo que se repite y es que no consiguen leche para sus hijos en los centros de salud.
“En general se da para los menores de cinco años, que es la norma, pero la necesidad es más grande. Por lo que nos cuentan las madres, no les alcanza para darles leches toda la semana a los niños. Es grave que no lleguen las partidas”, concluyó.