El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dio a conocer un dramático informe sobre la situación imperante en la Franja de Gaza, condenó los ataques contra trabajadores humanitarios, ambulancias y hospitales y denunció que esos actos constituyen una «grave violación del derecho de la guerra».
«Las hostilidades se cobraron un elevado número de víctimas y ocasionaron daños materiales generalizados, como la destrucción de infraestructura esencial», denunció el CICR a través de un comunicado.
Según funcionarios de salud en Gaza, hasta ayer se habían registrado más de 1.000 muertos y 5.430 heridos. De estas víctimas, una de cada cuatro son niños.
De acuerdo al informe del CICR -una de las muy pocas ONGs autorizadas para colaborar con las víctimas en el terreno-, «todos los gazatíes se vieron afectados».
«Algunos perdieron su hogar, otros tuvieron que huir y otros se vieron atrapados en las zonas de combate, pero todos se encuentran en la línea de fuego temiendo por su seguridad y la de sus seres queridos», explicó.
Entre los daños materiales destaca que miles de edificios fueron destruidos o dañados, lo que obligó a más de 100.000 personas a abandonar sus hogares. Muchas de ellas se instalaron en escuelas, campamentos, lugares de culto o con familiares, «pero incluso allí nadie se siente a salvo», aseguran.
«La población ya había enfrentado dificultades crónicas a causa de la frágil infraestructura, una economía estancada y las restricciones impuestas a la circulación de personas y de bienes, como consecuencia del cierre de la Franja, pero todo se vio agravado desde que se inició la operación terrestre (israelí) el pasado 17 de julio», sostiene el CICR.
Asimismo, el informe denuncia que en Israel miles de cohetes provocaron tres muertos y 77 heridos, y causaron daños a los bienes civiles en todo el país. «La población vive con miedo y en estado de estrés permanente», sostiene.
El CICR ve también con profunda preocupación la escalada de la violencia y las víctimas civiles registradas en Cisjordania.
«Nuestro personal está presente en el terreno, siguiendo de cerca la situación. Hemos perseverado en el diálogo bilateral con la potencia ocupante sobre la necesidad de hacer todo lo posible por garantizar el orden público y la seguridad, proteger en la mayor medida posible a los civiles de los ataques», explicaron.
A fin de aliviar el sufrimiento en la densamente poblada Franja de Gaza, el CICR trabaja con la Media Luna Roja Palestina y las autoridades locales a fin de restablecer el acceso de las personas al agua, la asistencia médica y el alojamiento provisional.
«Sin embargo, lo más difícil es proteger a las personas de los nuevos ataques y de los efectos de los enfrentamientos», sostienen.
Por tal razón, denunciaron finalmente que «la ayuda humanitaria, en cierta medida, alivia el sufrimiento causado por la violencia, pero no puede impedirlo. En última instancia, sólo una acción eficaz a nivel político podrá conferir a los civiles una verdadera protección».