“Somos la única fuerza política que puede garantizar que no va a pactar con la impunidad de los corruptos”. La diputada nacional del frente FAP-Unen Margarita Stolbizer comienza a palpitar el año electoral que se avecina y destaca los valores de “confiabilidad” y “honestidad” de la coalición de centroizquierda para llegar a la presidencia en 2015.
La dirigente bonaerense apoya al socialista Hermes Binner en la puja interna de ese sector, que además cuenta con los radicales Julios Cobos y Ernesto Sanz, como otros presidenciables.
—Han estado recorriendo la provincia de Buenos Aires con Hermes Binner, ¿es el distrito fundamental pensando en 2015?
—No hay dudas, porque la provincia de Buenos Aires tiene el 41 por ciento del electorado. Entonces ahí en gran medida se define la elección.
—Usted anunció que ya no quiere ser candidata a gobernadora en esa provincia, pero hay algunas encuestas que la posicionan en un lugar expectante.
—Ya he manifestado que prefiero no volver a ser candidata a gobernadora y, así como cuando me jugué a serlo no lo hice especulando con las encuestas, tampoco me parece ahora que la decisión deba tomarse mirando una encuesta. Creo que hay que tener una mirada estratégica y por lo tanto uno tiene que definir las candidaturas después de haber definido el acuerdo político y el acuerdo programático. Los candidatos son las personas que expresan esos acuerdos y en su momento se definirá estratégicamente quiénes son los que lo expresan mejor, y en qué lugar tiene que estar cada uno.
—¿Siente presión por parte de sus aliados para ser candidata?
—No, he leído por ahí que dicen que presionan a Stolbizer. No hay ninguna presión.
—¿En qué lugar se imagina en 2015?
—Es que yo no necesito ser candidata. Yo soy diputada, tengo mandato hasta 2017, por lo tanto no necesariamente tengo que ser candidata. Sí me siento parte fundamental de este proyecto, me siento como constructora del frente Unen y voy a acompañar desde el lugar que sea, porque me siento muy comprometida y muy esperanzada.
—¿De candidata a vice de Binner?
—No puedo decir que no me gusta, por supuesto que me gustaría y que lo acompañaría. Pero insisto en que la decisión de las candidaturas tiene que ser funcional a los proyectos colectivos y no personales.
—En las coaliciones, al igual que en la economía, juega muy fuerte el tema de la expectativa y la confianza, ¿cómo piensa que ve el electorado al FAU?
—Creo que ese es uno de los valores más importantes que tiene este frente, que es su nivel de confiabilidad. Nosotros hicimos este año una reunión del FAP, junto con Binner, con toda la CGT de Hugo Moyano. Después, cuando llegó el momento de hablar, uno de ellos dijo: “Yo les voy a decir algo, ustedes son los más confiables de todos”. Y creo que es así. Cuando cualquier espectador ve la fotografía de la presentación del teatro Broadway, la verdad es que toda es buena gente, con integridad personal, y eso es lo que nos hace una fuerza política confiable. Cuando enfrente hay tantos saltimbanquis de la política, que están en un lado y que por conveniencia se van a otro, o que hoy reniegan de todo lo que hicieron antes, me parece que la Argentina necesita gente confiable, con conductas ejemplares, previsible. Eso es lo que nosotros ofrecemos.
—¿Piensa que la gente se da cuenta de ese factor?
—Creo que la gente se da cuenta. Lo que necesitamos es que la gente decida trasladar eso que percibe claramente, a su voto. Y eso es lo que no siempre se da. Muchas veces el voto tiene que ver con la tranquilidad económica, con que prefiere no cambiar. Eso fue lo que ocurrió en el 2011 con la elección de Cristina Kirchner y en 1995 con Carlos Menem. Hay que tratar de sensibilizar a la gente sobre algunas cuestiones que son centrales para el futuro de la Argentina. Nosotros somos la única fuerza política que puede garantizar que no va a pactar con la impunidad de los corruptos. Y esto es todo un dato, porque para construir un país con futuro necesita hacerlo sobre la base y la vigencia de la justicia independiente, y el castigo a los responsables de los delitos. Cualquiera de los otros termina pactando con el kirchnerismo porque son el kirchnerismo, porque lo fueron, o porque estuvieron enredados en los mismos negocios.
“Boudou carece de la idoneidad que la Constitución exige para su cargo”
—Ante el procesamiento del vicepresidente Amado Boudou por la causa Ciccone, desde el Congreso han intentado avanzar en un juicio político. Sin perjuicio de la situación judicial, ¿no hay posibilidades de avanzar en esa vía legislativa?
—El plano legislativo está hoy manejado por el oficialismo, que tiene el número en el Congreso de la Nación para habilitar u obturar el avance de cualquier expediente. Así como lo hacen con cualquier otro proyecto, lo hacen también con este juicio político. Eso es lo que hicieron días atrás cuando votaron el rechazo en la comisión de Juicio Político a todos los pedidos que había. Ahora, nosotros volvimos a presentar otro, porque Boudou nos da motivos todos los días con nuevas situaciones. En la medida en que uno investiga, levanta un expediente y se encuentra con demasiadas irregularidades que tienen que ver no solamente con delitos penales.
Porque hay que entender que la comisión de Juicio Político y el enjuiciamiento político de un funcionario no pasan solamente por los delitos sino también por las irregularidades administrativas, que es el mal desempeño en el ejercicio de la función. La convicción nuestra es que Boudou carece de la idoneidad que la Constitución exige para el desempeño de un cargo.
—¿El gobierno lo sostiene porque piensa que es un costo político menor que pedirle la renuncia?
—El gobierno lo sostiene como un mecanismo de autodefensa porque el negocio de Boudou es un negocio donde los delitos por los que está imputado están hoy involucrando a muchos otros funcionarios y creo que pueden llegar hasta el más alto nivel, que es la presidenta (Cristina Kirchner). Estos son negocios que no escapaban al control y al conocimiento de la presidenta y que además involucran a muchos funcionarios, algunos ya fueron procesados y otros están en pedido de nueva indagatoria, como en el caso de Ricardo Echegaray de la Afip y de la presidenta de la Casa de la Moneda, Katya Daura. Por lo tanto, cuando hay tantos involucrados es porque las órdenes eran superiores.
La “impericia” con buitres
“Mi visión crítica se remonta a cómo llegamos a esta situación de debilidad que tiene que ver con la impericia, el desmanejo, la soberbia, la prepotencia que tuvo el gobierno, porque hace dos años Amado Boudou fue a insultar al juez Thomas Griesa a la puerta del despacho, entonces es bastante difícil tener resultados diferentes con esas actitudes”, cuestionó Stolbizer las frustradas negociaciones con los fondos buitre. “Cualquier decisión que se tome, impacta en los años que vienen. Por lo tanto amerita mínimamente un marco de información y de consulta con los bloques políticos de representación parlamentaria, con los líderes de los partidos políticos”, agregó. “Este es un problema nacional, no es un tema de este gobierno. Pero han seguido con esa actitud de manejo tan ultrapersonal del ejercicio del poder”, dijo.