Según datos que brindan desde una ONG local, en Rosario ya hay unos 1.300 locales comerciales vacíos. El guarismo se sustenta en la propia información que entregan las cámaras inmobiliarias de la ciudad y se explica por la fuerte alza en el valor de las rentas, además de la baja en las ventas. En tanto, el precio de los alquileres en las viviendas subió en el primer semestre del año hasta un 35 por ciento en relación a igual período de 2013 de acuerdo a lo que se detalla en el mismo informe.
Representantes de distintas organizaciones sociales y gremiales se reunieron ayer en el marco de la presentación de un trabajo en torno al estado y la evolución del valor de los alquileres en los inmuebles de vivienda y comerciales en la ciudad.
La investigación fue presentada por la Concejalía Popular, una organización no gubernamental que lidera el dirigente Nire Roldán y que suele enfocar sus investigaciones y proyectos en la problemática de los alquileres y las dificultades que padecen los inquilinos.
En el encuentro que se realizó en la sede de esa ONG estuvieron referentes de la Asociación Empleados de Comercio, Sadop (el sindicato que agrupa a los docentes de colegios privados) y trabajadores bancarios y municipales. También hubo enviados de entidades que agrupan a pequeñas y medianas empresas y comerciantes, como Apyme, la Asociación Empresaria, almaceneros y el titular de la organización que nuclea a los carniceros de la ciudad, José García.
De datos y cifras
Uno de los datos más salientes entregados por la Concejalía Popular en su informe indica que en Rosario ya hay unos 1.300 locales comerciales vacíos. Roldán señaló que la información fue suministrada por las propias cámaras inmobiliarias.
“Ellos mismos reconocen de alguna manera la gravedad de la situación. Nosotros ahora vamos a hacer un relevamiento propio para tener un panorama más profundo. Pero está claro que los contratos de alquiler se están renovando a costos altísimos. Por ejemplo, en la reunión que tuvimos hoy (por ayer) nos enteramos de que la Parrilla del Centro, de calle Santa Fe entre Mitre y Entre Ríos, venía pagando 13 mil pesos de renta y para renovar le pidieron 30 mil”, explicó el dirigente.
También la baja de ventas
En rigor, la gran cantidad de locales vacíos no se explica solo en la fuerte suba de los alquileres. Ese fenómeno se conjuga con la baja en la actividad comercial que se da en Rosario desde el inicio del año.
Según se desprende de la recaudación del Derecho de Registro de Inspección municipal, la facturación de los negocios creció en los primeros cinco meses de 2014 un 4 por ciento menos que el mismo lapso del año anterior, informaron desde el Ejecutivo local.
Incluso, desde las cámaras que agrupan a pequeños y medianos comercios (como la Asociación Empresaria) entregan un panorama aún más delicado y hablan de que la caída en las ventas llega, en promedio, al 10 por ciento.
Los alquileres
En tanto, el otro dato de peso que entregaron desde la Concejalía Popular señala que los alquileres de viviendas subieron hasta un 35 por ciento en el primer semestre en relación a igual período de 2013.
El incremento golpea con más fuerza en los departamentos de un dormitorio del centro y macrocentro de la ciudad.
En términos concretos, para rentar un dos ambientes este año hay que pagar 632 pesos más que en 2013 en promedio. En el caso de los tres ambientes, el costo es 731 pesos más.
El año pasado –detalló Roldán – el valor medio de un departamento de un dormitorio era de 2.008 pesos y de dos, 2.637. Ahora es de 2.640 pesos y 3.368 respectivamente.
“Esto está produciendo otro fenómeno y es que los alquileres tan altos en el centro están llevando a una migración hacia los barrios”, detalló el dirigente.
Proyectos
La semana próxima las entidades que ayer formaron parte de la reunión llevarán dos propuestas al Concejo Municipal.
Una es el pedido de que se conforme en la ciudad un Registro Único de contratos locativos que permita realizar un seguimiento de los términos en los que se sellan estos acuerdos.
Por otro lado, se ingresará un proyecto para crear un Servicio Público del Alquiler. Este último sería útil para controlar las condiciones en las que se entregan y devuelven los inmuebles.