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Fandermole y su bella sonoridad

Con entradas agotadas, Jorge Fandermole ofreció un concierto el sábado en el teatro del Parque de España, reafirmando su condición de gran artista, con bellas poesías y una música elaborada y bella, que fue interpretada por un seleccionado de grandes músicos de la región.

Una noche signada por la poesía y la música de alto vuelo, con sonidos de la ciudad, del folclore y del inmenso río que nos ha tocado. El sábado pasado Jorge Fandermole presentó el álbum “Fander” ante un teatro colmado hasta los pasillos. Con entradas agotadas, el músico rosarino, al frente de una formación de lujo, repasó en el Parque de España todas las compasiones nuevas y antiguas que forman el doble con el que volvió a las bateas tras un largo tiempo sin editar discos, pero con una movida agenda de shows y creaciones.

La hermosa “Alunados” fue la apertura (la misma que abre el disco), poseedora de  una bella melodía digna de alta rotación radial. Acompañado por sus laderos instrumentistas y productores Marcelo Stenta (en guitarra) y Fernando Silva (en bajo y contrabajo), a ese potente, afinado y rítmico trío se fueron sumando Juancho Perone en percusión, Carlos Negro Aguirre en teclados, y las voces de Lucas Heredia y Julián Venegas.

A lo largo del concierto, Fandermole interpretó todas las canciones de su álbum doble, alternando las viejas composiciones de los ochenta con las nuevas canciones. En determinadas compasiones se sumaron los músicos Luis Barbiero en flauta (además productor junto a Aguirre del sello discográfico Shagrada Medra) y el chaqueño Julio Ramírez en acordeón.

Entre los momentos más sensibles de la velada se pueden rescatar  los inoxidables “Tema del vino”, “Canción de navegantes”, “Lía”, y el ya clásico “Río marrón”. Las que fueron zigzagueando en el tiempo con las nuevas “Yarará”, el rítmico candombe “Aquí está la marcha”, el profundo “Hispano”, la bella canción que da cuenta de  la vendedora de chuchitos de la montaña en San Javier, “La Rosa Díaz”, y el épico “El viejo y el río”, abriendo un momento especial al interpretar los temas del litoral “Chamarrón de proa” y “Agua dulce”, la hermosa canción homenaje a los compositores del litoral que Fandermole cantó junto al gran trovador Carlos Pino. Aquí, con la emoción casi convertida en lágrimas, agradeció los cálidos y amorosos aplausos de los músicos y de todo el público.

 

Después de casi dos horas de concierto, el público aplaudió de pié provocando una vuelta de bises donde resaltó “Navega” y una versión de “Oración del remanso” el tema de Fander que más versiones tiene. Este fue el broche de oro para una noche sensible y armoniosa donde la timidez del músico se vio resguardada por las letras de sus canciones que fueron recitadas como presentación de las nuevas composiciones.

 

Como en todos estos años de música el sonido del show corrió por cuenta de Tuti Branchesi  y el aporte de Iván Taravelli en la sonoridad del nuevo material. Fandermole reunió a sus colaboradores más próximos para presentar su actual repertorio. La respuesta del público es particular, todos conocen las canciones antiguas y las escuchan sentados, disfrutándolas, al tiempo que prestan atención a las nuevas composiciones con gran respeto.  El público que pobló el Príncipe de Asturias estaba formado por jóvenes que quizás no habían nacido cuando Fander compuso “Pájaros de fin de invierno”, parejas treintañeras y otras personas más maduras, y una amplia presencia de la comunidad musical de la ciudad, datos que sirven para mostrar la amplitud de la platea que posee Fandermole, que tiene como común denominador, disfrutar de su hermosa música, acompañada por profunda poesía.

Seguramente, más de uno se quedó con las ganas de conseguir una entrada para el concierto del sábado por lo que no sería desacertado ir pensando en una nueva presentación de Fander para todos aquellos que se quedaron sin poder escucharlo.

 

 

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