Un adolescente que el domingo a la noche fue detenido sospechado de haber disparado al aire en el barrio Santa Lucía generó una investigación por extorsión tras la cual tres policías fueron detenidos y pasados a disponibilidad. Es que la madre del muchacho se presentó en la subcomisaría 22ª para conocer la situación de su hijo y recibió un pedido de dinero por parte del personal de la seccional a cambio de no enviarlo al Irar. Ello derivó en una denuncia telefónica al fiscal Fernando Dalmau, quien junto al personal de la División Asuntos Internos dispuso un operativo de entrega controlada de dinero que terminó con la detención de los uniformados. En la subcomisaría se halló una suma similar a la solicitada en el chantaje, por lo que se investiga si fue cometido algún hecho similar al denunciado.
De acuerdo con la investigación, anteayer, con la caída del sol, ingresó un llamado a la Policía. Era una mujer que decía que un joven estaba a los tiros en barrio Santa Lucía y brindó la descripción física del sospechoso. Los uniformados iniciaron una búsqueda y detuvieron a un adolescente de 17 años que fue retirado del interior de una casa con autorización de la propietaria de la vivienda. El muchacho, a quien no se le secuestró arma alguna, fue trasladado a la subcomisaría 22ª de barrio Fisherton Sur, con jurisdicción en la zona.
Según la causa, al enterarse de la detención la mamá del joven se presentó en la seccional, donde le informaron que debía pagar la suma de 5 mil pesos para evitar que su hijo fuera derivado al Instituto de Recuperación del Adolescente de Rosario (Irar). La mujer comentó la situación a un allegado, que la contactó con el jefe de la Unidad Fiscal de Investigación y Juicio, Fernando Dalmau.
De acuerdo con el relato fiscal, cerca de las 20 del domingo se efectuó la denuncia y además Dalmau recibió la información de que en esa misma repartición policial se había suscitado un hecho anterior en el cual el pago del dinero se había concretado, aunque no hay denuncia formal sobre ese hecho.
En ese contexto, la Fiscalía comenzó a investigar el caso junto al personal de la División Asuntos Internos y resolvió realizar un operativo de entrega de dinero controlado que finalmente descendió a la suma de 3 mil pesos.
El secretario de Control de las Fuerzas de Seguridad, Ignacio Del Vecchio, sostuvo que se anotició del hecho a través del fiscal e inmediatamente se contactó con la denunciante.
Así, personal de Asuntos Internos se hizo presente en una estación de servicios de la zona oeste donde se reunió con la mujer que formalizó la denuncia y se comenzó con el procedimiento de entrega controlada de dinero. A las 23 la mujer entró a la comisaría a entregar la suma exigida y al salir le hizo una seña a cinco policías de la división que aguardaban afuera y monitoreaban la conversación de quienes ingresaron a la dependencia, donde hallaron el dinero en un cesto de basura. Además, en presencia de testigos se procedió al secuestro de una suma similar a la solicitada a la mujer.
Como consecuencia, tres uniformados –dos hombres y una mujer– que cuentan con unos 10 años de servicio en la fuerza fueron detenidos y pasados a disponibilidad. Del Vecchio resaltó la celeridad con la que se hizo la operación: “En tres horas recibimos la denuncia y se efectuó la entrega controlada”, dijo, y destacó la importancia de que la gente comience a tomar idea de lo fundamental que es el nuevo sistema penal.
El fiscal Dalmau rescató la labor del personal de Asuntos Internos que organizó el procedimiento en muy poco tiempo con un resultado exitoso. De los tres detenidos, el más comprometido en el hecho es un oficial y se determinó que al menos uno de los sospechosos participó en una extorsión previa que llegó a consumarse y que se investiga junto a este hecho, que en principio fue caratulado como “tentativa de extorsión” ya que los autores no lograron disponer del dinero, sostuvo.
El fiscal sostuvo que han recibido denuncias cruzadas y que existe una veintena de legajos donde se denuncian irregularidades en la dependencia policial, lo que se está investigando en forma integral. El funcionario explicó que el mayor escollo es la prueba, ya que estos hechos son muy difíciles de probar, salvo cuando se logra llegar a tiempo como anteayer. Según Dalmau, de las primeras actuaciones no surge que el jefe de la dependencia se encuentre involucrado en el hecho, ya que no se encontraba en la comisaría.
