Al ingresar a la fuerza, los nuevos policías reciben un arma de fuego reglamentaria. Por lo general, se trata de pistolas calibre 9 milímetros. Pero estas armas no son todas iguales.
Incluso si son fabricadas con idéntico molde, cada pistola deja en las balas que dispara distintas marcas. Se trata de una especie de huella digital que permite determinar si dos proyectiles fueron disparados por la misma arma de fuego. Es a partir de este concepto que el Ministerio de Seguridad de Santa Fe puso en marcha un Registro Balístico de Armas para las fuerzas policiales. Uno de sus objetivos es, en el momento de la entrega del arma al nuevo uniformado, percutar un proyectil y conservar tanto la ojiva como la vaina utilizadas para que, de ser necesario, puedan ser cotejadas en un futuro. Además, dentro del registro constarán los datos del policía junto con los del arma y las municiones que reciba.
La semana pasada comenzaron a recolectarse los primeros datos que integrarán el Registro Balístico de Armas de la provincia de Santa Fe. La iniciativa es llevada adelante por la Subsecretaría de Control de Armas, que funciona bajo la órbita del Ministerio de Seguridad.
A pedido de los fiscales
El titular de esta cartera, Matías Palavecino, explicó a El Ciudadano que el proyecto para la creación del registro surgió a principios de este año tras un pedido de la Fiscalía Regional Rosario, a cargo de Jorge Baclini. “Surge la propuesta de crear un banco de datos para poder identificar un arma policial, y por eso empezamos a diseñar esta experiencia”, detalló Palavecino. Según el funcionario, la idea surgió luego de que se registrara un caso en el que el arma utilizada pudo haber pertenecido a un policía. Sin embargo, explicó que el mercado ilegal de armas de fuego se nutre principalmente de robo a particulares y no a miembros de la fuerza. “Estos casos existen, pero no en números alarmantes”, dijo.
El Registro de Armas se basa en dos pilares fundamentales: por un lado, un banco de datos en el que quedan asentados en forma orgánica los datos del policía junto con la información del arma que se le proporciona y de las municiones. El formulario se llena por triplicado: una de las copias se la queda el agente, otra se archiva en la Unidad Regional en la que presta servicios y la tercera queda en manos del Ministerio de Seguridad.
Conservación física
La otra pata del registro es la conservación física de un proyectil disparado por el arma que se le entrega al policía. En sobre lacrado, quedan archivadas la ojiva y la vaina, que podrán servir para futuros peritajes, en caso de que se requieran.
De acuerdo con Palavecino, por cuestiones organizativas se resolvió que los primeros en quedar asentados en el registro sean los que integran la promoción 2014 del Instituto de Seguridad Pública (Isep), es decir, los últimos en ingresar a la fuerza. Por el momento, ya se ingresaron en el sistema los datos de los uniformados que pertenecen a las Unidades Regionales I y II, con asiento en las ciudades de Santa Fe y Rosario, que son las que cuentan con mayor cantidad de efectivos en actividad. Ahora es el turno de las demás regionales.
Una vez que se complete el registro de la promoción 2014, se sumarán al registro los uniformados que ya tienen antigüedad dentro de la fuerza.
Inauguran helipuerto en la Jefatura de Policía
Ayer se realizó en la Jefatura local el acto por el 160º aniversario de la Policía de Rosario, durante el cual se inauguró un flamante helipuerto en el predio de Ovidio Lagos al 5200. El jefe de la Brigada Aérea, comisario inspector Fernando Scabuso, afirmó: “Esto no sólo es la patrulla diaria, un helipuerto sanitario, un punto táctico para seguir trabajando. Esto es una herramienta más de trabajo y es la manera de poder transmitírselo a la sociedad”. El helipuerto es el primero que funciona dentro de una Jefatura de Policía, fue habilitado por la Anac (Administración Nacional de Aviación Civil) y está balizado para su operatoria nocturna. Allí también se prevé construir un hangar para que, en un futuro, la nave pernocte en el lugar.