El fin de semana largo comenzó de la mejor manera en el Gran Salón de Plataforma Lavardén. Hasta allí llegó, el viernes, la cantautora Mercedes Borrell para dar a conocer su primer disco, titulado Como el resto de la gente.
La velada también contó con la participación de varios músicos como Mariano Sayago (bajo), Patricio Oneto y Martín Albano (percusión), Luciana Rubio (coros), Leandro Maseroni (guitarra) y Marcelo Stenta (guitarra).
Junto con Julián Venegas en guitarra y Carlo Seminara en percusión –músicos que forman su trío estable–, la cantautora rosarina que en el disco explora un amplio abanico estilístico logró transportar al vivo y directo el espíritu equivalente del estudio, venerando la sonoridad orgánica a partir de un formato acústico donde su voz tomó las riendas del desplazamiento melódico sin estridencias ni desviaciones.
Matices derivados del folk, rock y soul dialogaron con otros tonos cercanos a la chanson francesa y la bosanova y lo hizo a partir de un repertorio que comenzó con “La vida misma” (primer tema del disco) y sin apuros fue invitando a zambullirse en el corazón del álbum como forma de promocionar el olvidado valor por las cosas simples.
Llegaban: “Tu voz”, “Será” y “Cosita linda” y, con este último, Borrell se emocionaba porque –dijo– la compuso cuando su hermana tuvo el primer hijo.
Las canciones de Borrell atraviesan a todos y por eso mismo son una forma (o canal) para comunicar en primera persona. Así lo hace, con aquellas cosas que la emocionan, con el amor, la pasión, la música; los sentimientos, estados de ánimo e ilusiones; con la realidad y el tiempo pero también con las inquietudes por comprender el mundo en que vive.
“Un amigo francés me vino a visitar. Ese día me encontré recorriendo mi ciudad mirando todo con ojos de turista”, dijo antes de interpretar “Mon jour de Cinéma”, tema en francés dedicado no a la persona sino a la experiencia emancipadora. Con ese latir fueron floreciendo cada uno de los doce temas del disco. Pero también la noche guardó lugar para canciones de compositores que habitan en la personalidad musical de Borrell y que la cantante reversionó con su propia identidad. Ejemplo fue la bella “Seu Pensamento” de Adriana Calcanhotto, que sirvió para engalanar una noche que dejó con ganas de más.
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