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Pagarán 7% anual de intereses a China por auxilio para reservas

Cerraron la semana en u$s 28.268 millones y no cayeron más gracias a unos u$s 700 millones llegados desde Pekín.

La Argentina debió activar la conversión o “swap” de monedas con China para fortalecer las reservas, ya que prefiere pagar un interés anual alto del 7 por ciento para que el Banco Central las mantenga por encima de los 28.000 millones de dólares.

Las reservas cerraron la semana en 28.268 millones, y no cayeron más porque se habrían contabilizado unos 700 millones de dólares llegados desde China, en yuanes, en el marco del acuerdo bilateral, ya que la Argentina debía importaciones de combustibles y vencimientos de deuda por más de 150 millones de dólares.

Los primeros desembolsos del acuerdo de conversión de monedas firmado en julio último entre el Banco Central y el Banco Popular de China ya se contabilizaron esta semana en el stock de reservas. Ocurrió desde el martes pasado, cuando las reservas dejaron de caer a pesar del escenario adverso en un mercado cambiario que llevó el dólar blue a $ 15,10.

Pese a que el BCRA hizo pagos a organismos internacionales y desembolsos por importación de energía por unos 150 millones de dólares, a lo que se sumaron otros 50 millones en ventas en el mayorista, las reservas se incrementaron en ocho millones en la semana. Así, la llegada de los primeros yuanes del swap sólo permitió sostener el nivel de reservas, y no incrementarlo. Todo a costa de seguir deteriorando el patrimonio del BCRA, que pagará altos intereses en dólares.

El swap con el Banco Popular de China podría llegar a los 11.000 millones de dólares, y el titular del BCRA, Juan Carlos Fábrega, deberá administrarlo para permitir que Cristina Kirchner concluya su mandato sin grandes sobresaltos.

El swap de divisas implica una compraventa simultánea de una moneda por otra, con el compromiso futuro de revertir la operación en doce meses a una tasa de entre 6 y 7 por ciento, y compensar las diferencias de cotización.

El arribo de plata desde China oxigena las reservas mientras retrocede la liquidación de los exportadores de granos, quienes redujeron a un tercio el habitual ingreso de divisas en esta época. A este cuadro complejo se suma la caída en el precio internacional de la soja, que ya opera a 350 dólares la tonelada para noviembre próximo. Fábrega trata de agudizar la inventiva para frenar la pérdida de reservas, y por ello emplazó a los exportadores a ponerse al día en todas las operaciones atrasadas que deban liquidar.

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