La Asociación de Equitación Integral de Rosario (Adeir) es una escuela de equinoterapia que funciona desde 2011 en el predio del ex Batallón 121, en Lamadrid al 500. Sus integrantes participaron el viernes de la audiencia pública que se desarrolló en el Distrito Sur, en la que se presentó el Plan de Reordenamiento Urbanístico. Según afirman, el proyecto no nombra a Adeir, ni contempla su reubicación y eso genera gran preocupación entre los miembros de la escuela.
“El proyecto habla de la apertura de calles, de un barrio sustentable, viviendas, un polo tecnológico, una comisaría y en ninguna parte se menciona a la escuela de equitación”, expresó en diálogo con El Ciudadano Ramiro Vázquez, kinesiólogo que forma parte del grupo de trabajo de Adeir. La institución cuenta con un equipo interdisciplinario de psicólogos, psicopedagogas, terapistas ocupacionales, kinesiólogos, profesores de equitación y educación física que trabajan con chicos con discapacidad y con veinte caballos.
Bajo este panorama incierto, los integrantes de la escuela salen a buscar respuestas. Vázquez explicó que la escuela funciona en dos hectáreas cedidas por la Municipalidad mediante un decreto, en 2011. La habilitación para funcionar allí se extendía durante un año, pero a pesar de que todos los años los integrantes de Adeir van al Concejo con un pedido de extensión, nunca se ha renovado.
“Sentimos que nos dieron el lugar para cuidar las tierras. Nosotros cuidamos el lugar y lo hicimos crecer y ahora, por intereses políticos y económicos nos sacan de ahí. Nadie se sentó a explicarnos por qué. Tenemos mucha incertidumbre respecto a nuestro futuro”, indicó el kinesiólogo.
En este sentido, Vázquez agregó: “Estamos urgidos de que alguien se reúna con nosotros y nos diga si continuamos ahí, si no continuamos, hasta cuándo nos podemos quedar”. El profesional explicó también que en el ex Batallón la escuela de equinoterapia cuenta con distintos privilegios de accesibilidad que no podrían tener en cualquier lugar, como el hecho de tener una pista techada que permite continuar con los tratamientos aunque llueva.
Al momento de analizar posibilidades en el caso de que deban trasladarse a otro sitio, Vázquez consideró que por sus características, el predio donde funcionaba la Sociedad Rural, ubicado en Oroño y 27 de Febrero, sería una buena opción.