Con el objetivo de recaudar fondos para el centro educativo terapéutico “Un lugar para aprender”, se presentará hoy a las 20, en el teatro El Círculo, de Mendoza y Laprida, la obra Tiempo al tiempo, perdura lo infinito. La convocatoria es impulsada por la entidad sin fines de lucro Fundación del Centro del Desarrollo Infantil y cuenta con el apoyo desinteresado de numerosos actores, músicos y bailarines de rosario y también del interior del país.
Actualmente, “Un lugar para aprender” funciona en Italia 466 y es el resultado del trabajo en conjunto de profesionales y padres de niños con capacidades especiales. La génesis del espacio data de comienzos de los años 80, cuando la experiencia de médicos y psicólogos en atención ambulatoria devino en la necesidad de crear una institución dedicada al análisis y abordaje de “los diversos problemas que interfieren en el normal desarrollo de la infancia”.
Así, en 1985 comenzaron los “trabajos en grupos de aprendizaje” bajo el nombre “Un lugar para aprender”. Uno de los fines principales de las actividades fue, según explican desde la institución, “la alfabetización de niños y adolescentes que, debido a su problemática, por entonces no tenían la posibilidad de ingresar a una escuela común”.
Años más tarde, en 1989, la fundación propone la asistencia, investigación y prevención de trastornos del desarrollo y da inicio a diversos proyectos y actividades como el “Programa para jóvenes”, cursos de estimulación temprana y de psicomotricidad, como también charlas, seminarios y jornadas de actualización en la temática.
Adriana Wilson es psicóloga y docente, junto a su colega Jorge Ceballos coordina el Programa para jóvenes en la escuela que pensó años atrás Clemencia Baraldi y que más tarde se convertiría en el Centro Educativo Terapéutico de Rosario. Hoy, la institución brinda un acompañamiento integral al niño, adolescente y adulto con capacidades especiales.
La profesional explica que en el centro se realizan distintas actividades como “la iniciación al juego simbólico, a la lectoescritura y cálculo y al afianzamiento de los conocimientos adquiridos”. Asegura, además, que cuando los chicos llegan a la adolescencia se los debe abordar dentro de las problemáticas de esa etapa, “mirándolos como a niños que crecen y no como a eternos niños”.
El trabajo incluye al entorno familiar, para que los mismos padres puedan soñar cosas para ese hijo, que sepan de sus habilidades y también de sus limitaciones y que aprendan que muchas veces la sobreprotección puede ser impedimento para el desarrollo de sus capacidades.
Para formar parte del plan es necesario que los aspirantes hayan cumplido 20 años y que sepan leer y escribir. “Está armado casi al modo de una escuela secundaria, con distintos coordinadores de talleres. Hay un área de formación laboral y otra de formación continua que serían talleres en donde intentamos que ellos sigan creciendo”. De este modo, la labor con los jóvenes no descansa y a través de diversos grupos se les trata de reforzar sus conocimientos generales, el manejo de informática y hasta un espacio que se llama AVD (Actividades para la Vida Diaria).
Flamenco, palmas y guitarras
Tiempo al tiempo, perdura lo infinito es una obra que combina música, danza flamenca, teatro y poesía y está basada en textos de Federico García Lorca. La puesta cuenta con dirección general de Julieta Dibidino y dirección musical de Mariano Manzella.
Actúan: Julieta Dibidino como bailadora flamenca, Ana Osella en acrobacia de altura y Sofía Acosta. Participa también el ballet El Rosario integrado por Camila González, Ana Moyano, María Victoria Bressán, Julieta Gazzola, Astrid Kingsland, Paola López, Antonela Polenta, Estefania López Mayer, Mauricio Rojas y Martín Caglieris.
