Un joven de 23 años fue imputado por una tentativa de robo calificado sobre un policía que incluyó una balacera. El hecho tuvo lugar el lunes al mediodía en el macrocentro, cuando dos hombres sustrajeron a un efectivo de la UR II una moto. La fiscalía acusó al muchacho de robar el rodado a punta de pistola y tirotearse con el policía luego que éste se identificara como tal. Mientras que la defensa cuestionó la versión policial y sostuvo que su pupilo fue golpeado por uniformados cuando estaba reducido. Por su parte el juez Hermán Postma dictó la prisión preventiva para el acusado por 60 días, dispuso que sea examinado en forma urgente y tuvo en cuenta una investigación de oficio que inició la Fiscalía por los golpes que presenta el joven.
David M. llegó a la audiencia con el brazo derecho vendado y diversas lesiones en nariz y rostro. Según el fiscal Álvaro Campos, el joven fue el autor de los delitos de tentativa de robo calificado, portación de arma de guerra y abuso de armas cuando el mediodía del pasado lunes 13, en 27 de Febrero casi Corrientes, se bajó de una moto en la que circulaba como acompañante y apuntó, con un arma calibre 38, a la víctima, un policía de civil, a quien le robó una moto Honda Tornado que el agente acababa de parar en la puerta del edificio de un amigo. Cuando el acusado intentó escapar, el policía se identificó como tal y fue atacado a tiros por el acusado, por lo que se inició una balacera que terminó con la detención del imputado a unos pocos metros, sostuvo el fiscal. Como consecuencia el imputado recibió un disparo en la mano y vidrieras y cristales de vehículos terminaron destruidas tras el tiroteo.
A su turno, el defensor, Rubén Navas, afirmó que al menos hay dos versiones en este episodio y arriesgó: “La escena del caso fue evidentemente armada para hacerla coincidir con la versión policial”.
Navas sostuvo que David M. no tiene antecedentes, trabaja hace 5 años en una empresa, tiene una madre que sufre una enfermedad que la incapacitó y es adicto a las drogas. El letrado cuestionó la versión de la Fiscalía y descreyó que su pupilo haya disparado en 5 oportunidades a corta distancia, circunstancia de la que el uniformado resultó ileso.
Respecto del pedido de prisión preventiva que el fiscal solicitó sin plazo, el defensor requirió que la detención se lleve adelante en un pabellón evangélico, que se le otorguen salidas laborales y se lo asista médicamente por su adicción. A su vez, resaltó que el acusado fue golpeado por la Policía mientras se encontraba incomunicado y detalló que en el lugar quedaron manchas de sangre, en apariencia producto de la golpiza que recibió su pupilo.
Ante ello, el fiscal Campos agregó que se inició una investigación de oficio por el hecho, ya que un acta policial afirma que transeúntes golpearon al detenido en el lugar, a lo que el defensor volvió a sostener que fue golpeado por personal policial. A su turno, el juez tuvo en cuenta la investigación iniciada y dispuso que se realice un examen médico al imputado para agilizar la cuestión.
A la vez, el magistrado Postma dictó la prisión preventiva por 60 días a cumplir en un pabellón evangélico de la Alcaidía Mayor y entendió que no es el momento oportuno para otorgar salidas laborales, aunque dejó abierta la posibilidad con el avance de la causa.