La fase de experimento de comenzar a reducir la duración de los partidos de la NBA se iniciará el próximo domingo cuando se dispute el choque de pretemporada que jueguen en el Barclays Center, de Nueva York, los Nets frente a Boston Celtics.
El incremento de los equipos en los pasados años generó que las jornadas de la temporada regular sean demasiado largas y que los partidos de 48 minutos tampoco sean ya la mejor opción para los hinchas.
De ahí que la liga comenzase a valorar la posibilidad de reducir la duración de los encuentros y ver cómo pueden encajar sobre todo el tiempo que la televisión necesita para colocar la publicidad al igual que los tiempos muertos que utilizan los entrenadores.
El partido entre los Nets y los Celtics servirá de experimento que permita conocer en la práctica cómo se puede desarrollar un encuentro bajo la nueva normativa que estudia la NBA y que desearía implementar en el futuro.
Así se podrá comprobar el efecto de tener menos tiempos muertos de lo habitual, por lo que interesa saber si la duración completa de un partido se mantendrá alrededor de las dos horas y 15 minutos que tienen de media actualmente.
Se reducirán los tiempos muertos obligatorios de tres a dos en los cuartos que están establecidos y el primero se dará cuando el reloj marca 06:59 minutos y el segundo 02:59 minutos, respectivamente.
Lo que significa que el partido tendrá dos tiempos muertos menos de los que se dan en la actualidad, ya que tanto el segundo como el último cuarto cuentan por el momento con tres paradas obligatorias en cada partido.
El presidente de operaciones de la NBA, Rod Thorn, ha sido el encargado de explicar en qué punto se encuentra esta idea en declaraciones recogidas por el diario USA Today.
«En nuestra agenda sigue apareciendo el asunto del calendario y la duración de los partidos. Nuestros entrenadores hablaron de ello y parecían estar a favor de estudiarlo. Hablamos con nuestro comité de competencia y también están a favor de echar un ojo sobre ello», explica antes de mencionar que van a realizar «una prueba empírica» para tener «una nueva visión» sobre su viabilidad.
Pese a que se juegue un partido con este nuevo planteamiento, se da por hecho que antes de que la NBA aplique un cambio tan relevante se llevaría a cabo una experimentación más amplia, la cual podría tener a la D-League como agente principal desarrollando partidos de 44 minutos de manera regular.
El nuevo formato también permitiría que las estrellas tuviesen que jugar menos minutos y esta si que sería una ventaja importante de cara al factor espectáculo y rendimiento de los mejores jugadores en el campo, además de ver alargadas sus respectivas carreras.
Todo se trata de hipótesis, aunque el propio Thorn entienda que sería lo más lógico.
«La realidad es que no lo sabemos porque no lo hemos vivido nunca, pero lo más probable es que jueguen menos», admitió en sus declaraciones.
Pero lo que los directivos de la NBA también tienen que tener en cuenta es como encaja y afecta este nuevo formato a los minutos que necesitan las cadenas de televisión para poner los anuncios.
Un elemento más que importante y sobre todo cuando se firmó recientemente el nuevo contrato de 2.800 millones de dólares, que se acerca al triple de lo que la NBA recibió por el anterior.
Se supone que la liga estadounidense de básquet ya ha trabajado con las cadenas de televisión este asunto y que, como es lógico, la reducción de cuatro minutos cada partido al final en términos de trasmisiones corresponderían a siete partidos completos, algo nada despreciable ni para no tener en cuenta.
Se tratan de muchos partidos y lo que eso significa en los ingresos que podrían recibir las cadenas de televisión por los contratos que tienen con las compañías de cable y de pago, además de toda la publicidad.