La Policía canadiense informó que abatió ayer en el Parlamento en Ottawa a un tirador que mató a un soldado en las cercanías del edificio, en el último de una serie de ataques que elevaron la alerta terrorista en el país. Según el gobierno, el agresor forma parte de los 90 activistas que fomentan el terrorismo y que tenía intenciones de viajar a Turquía.
En un comunicado, la institución dijo que la investigación continuaba pero no confirmó las informaciones que salieron más temprano de que más hombres estarían involucrados en el ataque. “Una de las víctimas del tiroteo sucumbió a las heridas. Era miembro de las fuerzas canadienses. Nuestros pensamientos y rezos están con sus seres queridos”, informó la Policía de Ottawa y la Montada de Canadá.
El fallecimiento de “un sospechoso masculino también fue confirmado”, dijeron, a la vez que pidieron a los testigos que acudieran a la Policía y a los vecinos que se alejaran de la zona.
El centro de Ottawa fue totalmente acordonado luego de que al menos un hombre “con una escopeta”, según testigos, disparara a este soldado, que montaba la guardia delante de un monumento a los caídos cercano al Parlamento.
El hombre fue evacuado con heridas graves por personal sanitario que le había practicado un masaje cardíaco, tras lo cual falleció. Además, un portavoz policial dijo que otras dos personas tuvieron “heridas menores” en el incidente, pero rechazó decir si podría haber más tiradores o cuál sería la causa del ataque.
Según diferentes testigos, una persona con barba disparó al soldado y secuestró un automóvil que llevó hasta las puertas del Parlamento, un perímetro reservado a vehículos autorizados y de la Policía. El o los asaltantes se habrían dirigido entonces al interior del edificio central, que aloja a diputados y senadores.
Legisladores, trabajadores y periodistas evacuados del edificio hablaron de un fuerte tiroteo.
El primer ministro, Stephen Harper, quien se hallaba en una reunión con legisladores del Partido Conservador, su agrupación, dentro del Parlamento y fue evacuado, condenó este ataque “despreciable”, a la vez que resaltó la importancia de mantener en funcionamiento tanto el gobierno como el Parlamento. Además, Harper conversó telefónicamente con el presidente estadounidense, Barack Obama, quien calificó el ataque como “indignante”.
Las autoridades habían elevado anteayer en un grado el nivel de alerta terrorista, de bajo a medio, por primera vez desde 2010. Estos ataques han tenido lugar dos días después de la muerte de un militar en la provincia de Québec, atropellado por un joven de 25 años que luego fue abatido por la Policía. El gobierno de Canadá calificó de acto terrorista esta agresión, la primera ligada al extremismo islamista en la historia de Canadá. Su autor, Martin Rouleau-Couture, identificado por los servicios secretos como uno de los 90 canadienses en suelo nacional sospechosos de querer fomentar atentados, había sido detenido en julio cuando se disponía a viajar a Turquía.