Un empresario rosarino de 47 años que había sido secuestrado horas antes en la zona noroeste apareció anoche, sano y salvo, aunque algo golpeado y mareado, en la autopista Brigadier López, a la altura de Granadero Baigorria. Según indicaron fuentes del caso, la víctima transitaba en un auto anteayer por la tarde cuando fue abordada por dos hombres armados que lo obligaron a descender de su vehículo y subirse a otro. En las horas siguientes la Justicia federal realizó diligencias en procura de dar con la víctima. Voceros extraoficiales dijeron que había negociaciones para el pago del rescate, a la vez que trascendió una cifra: dos millones de pesos. Hasta anoche no había trascendido si el pago llegó a efectuarse.
La saga empezó en la tarde de anteayer, poco antes de las 17, cuando Carlos Alberto V., apodado Pilín y de 47 años, fue secuestrado en la zona noroeste. De acuerdo con voceros del caso, la víctima transitaba en su Volkswagen Bora rojo, luego de dejar a su hijo en una práctica de fútbol en el predio del club Tiro Federal, ubicado en Pizzarotti al 1800 (detrás del supermercado Carrefour), y había hecho algunos pocos metros de regreso a su casa de barrio Ludueña, cuando se le interpuso en su camino un Peugeot 308.
El empresario –no trascendió de qué rubro– debió detener su marcha y fue abordado por dos personas armadas, quienes lo obligaron a descender del Bora y subirse al Peugeot, según una llamada que avisó del hecho al 911. Cuando la Policía llegó al lugar, ni siquiera estaba el auto: su mujer se lo había llevado, según dijeron empleados del club. A la vez, un vocero policial señaló que había una presunción de que esta misma persona fue quien hizo la denuncia sobre lo ocurrido ante la Justicia federal.
Versiones extraoficiales deslizaron que los secuestradores se comunicaron con la familia de la víctima para exigirle un rescate de dos millones de pesos; de todas maneras este dato no fue confirmado por fuentes oficiales. Otros voceros del caso señalaron que la motivación del secuestro puede estar relacionada con una deuda de dinero, ya que se investiga si el empresario puede tener vínculos con alguna organización narcocriminal.
Anoche, mientras el caso mantenía en vilo a las fuerzas federales, la víctima apareció poco antes de las 22 sana y salva, aunque con algunos golpes y mareada por efecto de pastillas que le habían dado, dijo un vocero policial. Según esta versión, “lo tiraron” maniatado desde un auto en la autopista a Santa Fe, a la altura de Granadero Baigorria. “Pudo llegar a una casa y de ahí llamaron al Comando, que lo fue a buscar”, añadió este vocero.
El caso es investigado por la Fiscalía Federal Nº 1, a cargo de Marcelo Degiovanni, con auxilio de una brigada antisecuestros de la Policía Federal, con intervención del juez federal Carlos Vera Barros.