El empresario que fue secuestrado el pasado martes en Rosario fue liberado sin que su familia llegara a pagar el rescate de dos millones de pesos que los captores le exigían, y los investigadores sospechan que el hecho está vinculado a una venganza o ajuste de cuentas contra uno de sus hermanos.
Fuentes de la investigación revelaron a Télam que no hubo pago de rescate por el empresario Carlos Alberto Villalba (44) y que la banda de secuestradores optó por liberarlo ante la presión que generó la difusión pública del caso.
Las fuentes confirmaron que los secuestradores exigieron en llamados telefónicos el pago de dos millones de pesos, aunque que la familia no tenía ese monto para entregar.
Villalba, quien se dedica a la compra y venta de autos usados, fue secuestrado el martes último en Rosario y anoche, cerca de las 22, fue liberado golpeado a la vera de la autopista Rosario-Santa Fe, a la altura de la localidad de Granadero Baigorria, que linda al norte con Rosario, dijeron a Télam los voceros policiales.
La liberación de la víctima fue confirmada por el jefe de la Policía de Rosario, José Luis Amaya, quien en breves declaraciones a la prensa dijo que el hombre fue derivado al Policlínico Eva Perón para ser sometido a un chequeo porque «estaba golpeado y no se lo veía bien».
Villalba fue dejado maniatado a la vera de la autopista y arrastrándose habría llegado a una casa de esa zona rural, donde pidió ayuda para que llamaran al 911.
El episodio es investigado por la fiscalía Federal 1de Rosario, a cargo de Marcelo Degiovanni, quien requirió la colaboración de personal de Antisecuestros de la Policía Federal para trabajar en el caso.
Según pudo reconstruir la pesquisa, Villalba fue secuestrado el martes último alrededor de las 16.30, luego de dejar a su hijo de 12 años en el Club Tiro Federal, ubicado en Pizzarotti al 1800 bis, a pocos metros del Parque de los Constituyentes, en la zona oeste de Rosario.
El hombre manejaba su Volkswagen Bora color rojo cuando fue interceptado por un Peugeot 308 con vidrios polarizados, del que bajó un hombre armado que lo obligó a pasarse de auto.
Villalba estuvo cautivo hasta anoche cuando, aparentemente producto de la presión, los secuestradores lo liberaron sin previo pago de rescate, lo que hace sospechar a los investigadores que el caso puede estar vinculado a una venganza contra uno de sus hermanos.
