El río Luján aceleró esta mañana su crecida y se ubicaba en 5,29 metros, lo que provocó el anegamiento de nuevas zonas urbanas y más evacuaciones en el distrito homónimo bonaerense que se encuentra desde ayer en «alerta roja», informaron bomberos voluntarios locales.
A las 12, la altura del río Luján alcanzó los 5,29 metros y “continúa subiendo”, dijo a Télam un vocero de los bomberos que trabajan en la asistencia de los vecinos, y agregó que “se están anegando nuevas zonas de la ciudad y si el agua sigue avanzando, hoy puede alcanzar la Basílica».
Asimismo, recordó que «hasta anoche había 200 personas evacuadas», pero advirtió que «se estima que una cifra mayor sea la de autoevacuados, gente que deja sus casas y va a parar a casas de familiares o vecinos».
Los centros de evacuados habilitados son la Sociedad de Fomento Padre Varela, la Sociedad de Fomento El Ceibo y el Polideportivo municipal.
Vanesa, una de las damnificadas alojadas en este último centro, explicó a Télam que “ayer a la mañana tenía el agua por las rodillas y decidí irme con mis cuatro nenas. Mi marido se quedó pero por la noche el agua ya le superaba la cintura y los Bomberos lo evacuaron”
“Hoy no sé hasta donde llega el agua en mi casa”, agregó la mujer que tiene una vivienda de material de dos pisos y que contó que antes de abandonarla ayudó a tres familias del barrio a subir las cosas al segundo piso.
“Una vez que se vaya el agua, volver no va a ser inmediato: habrá que esperar varias semanas que todo seque, desinfectar y armar el hogar y eso lleva tiempo”, explicó con la misma resignación de Verónica, otra evacuada en el Polideportivo, que ya sabe que perderá todo por tener una casa de chapa y madera.
Ambas vecinas viven en el barrio La Loma, uno de los más afectados por las inundaciones junto a los llamados Padre Carlos Varela, San Fermín, El Quinto y El Ceibo.
En la zona periférica del centro de la ciudad los vecinos se encontraban en las veredas, intercambiando información de cuánto subiría el cauce ya que a las 5 de la mañana ellos observaron una crecida que les acercó el agua a las puertas de sus casas.
Mercedes, una mujer que vive en esa zona, a cuatro cuadras de la Basílica, explicó a esta agencia que su casa todavía no estaba damnificada por la crecida, pero manifestó que esa vivienda tiene 100 años y está construida a 70 centímetros del piso, lo que «demuestra que las inundaciones son un problema histórico”.
La vecina explicó igualmente que este tipo de problema “ocurre cada vez más seguido en los últimos años por muchos factores, entre ellos, las construcción de barrios privados en la zona de los humedales y los desagües clandestinos que hacen algunos campos”.
Sobre la calle Orquídeas al 1200, Santiago también aguardaba sobre la vereda de su casa la crecida mientras retaba a sus sobrinos que chapoteaban en el agua porque en la inundación del 2012 él se metió para salvar sus cosas y por eso le salió una erupción en la pierna.
El acceso principal a Luján ingresando por la ruta 7, bajada principal que desemboca en la avenida 9 de Julio y va a hacia la Basílica, estaba virtualmente bloqueado por el nivel de agua que superó el metro de altura.
La situación tampoco es alentadora en el Complejo Museográfico Enrique Udaondo, donde el personal tuvo que levantar ayer a la noche todas las piezas y los archivos y poner a resguardo su patrimonio histórico en los pisos superiores del edificio.
“Hasta las 10 de la mañana, en la zona del Monumento a Belgrano, el agua alcanzó los 40 centímetros; en el Museo del Transporte oscilaba entre los 10 y 25 centímetros; en la casa de Pepa Galarza, hasta 10 centímetros y en la zona del museo histórico conformada por el Cabildo y la ‘Casa del Virrey’ solamente hay agua en la zona de los parques”, precisó el director de la institución, Andrés Mage.