El pasado viernes 24 de octubre, Jorge Altamira, el histórico dirigente del Partido Obrero (PO), participó de un congreso de trabajadores del cordón industrial en Capitán Bermúdez donde debatieron las perspectivas de los obreros y de los partidos de izquierda nucleados en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), antes de la reunión que se realizará el viernes 8 de noviembre en el Luna Park. En una entrevista con El Ciudadano, Altamira analizó la situación del sector del trabajo.
—¿Qué inquietudes de los obreros del cordón industrial recogió en la reunión de Capitán Bermúdez?
—La Asamblea del cordón Industrial por el Congreso del movimiento obrero y la izquierda fue importante, en primer lugar, por el número de asistentes –alrededor de 150 compañeros– como por la calidad de la representación –en su mayor parte delegados o activistas destacados de las principales industrias y del sindicalismo docente e incluso del movimiento estudiantil o de la organización de los jubilados–. La principal inquietud que se expresó en el plenario fue relativa a los accidentes de trabajo, lo que se explica por el carácter extremo que representa para la vida de los trabajadores. Hubo numerosas denuncias acerca de la precariedad laboral que provoca estos accidentes como por la incuria de patronales y funcionarios –por ejemplo en Fabricaciones Militares–. La asamblea votó que se otorgue poder de veto a los comités obreros de seguridad para paralizar las actividades de riesgo. Otro aspecto fue la caducidad de los acuerdos paritarios como consecuencia de la inflación y del impuesto al salario, que se ha “comido” los aumentos pactados hace medio año. La asamblea coincidió en caracterizar el freno que impone la burocracia de los sindicatos y por ello se decidió una campaña por un congreso de delegados electos de la CGT San Lorenzo, para decidir un plan de lucha colectivo. Hubo igualmente un debate acerca de las elecciones próximas en los distritos industriales del Cordón, relativo a impulsar listas fuertemente representativas en todos sus municipios por medio de una campaña intensa, que ligue los problemas laborales y urbanos y medioambientales. La asamblea tuvo como eje el desarrollo del movimiento obrero como alternativa política independiente, fusionado con la izquierda combativa.
—¿Con qué objetivos se realizará el congreso del movimiento obrero y la izquierda en el Luna Park?
—El Congreso del 8 de noviembre próximo, en el Luna Park, responde a una política de ruptura de los trabajadores con los partidos patronales o capitalistas y a la formación de una alternativa propia, conjuntamente con el Frente de Izquierda y el Partido Obrero. Los términos de la convocatoria apuntan a hacer visible la oportunidad para producir un giro histórico en la orientación de la clase obrera y los sectores populares, ante la decadencia definitiva del peronismo, y más allá de esto ante la decadencia de la clase capitalista para dirigir el país, al cual lleva de crisis en crisis, cada vez más severas, que pagan los trabajadores.
—¿Cómo está el entramado para el Frente de Izquierda de cara a las próximas elecciones; hay acuerdos o desacuerdos?
—Existe un clima deliberativo en el conjunto de la izquierda, de cara a las próximas elecciones, que se explica por el impacto que causó en ella el desarrollo electoral del Frente de Izquierda en los cuatro años recientes. Lamentablemente, existe la impresión de que se pretende neutralizar al Frente de Izquierda con planteos de coaliciones rivales o incluso con especulaciones sectarias. Se han promovido todo tipo de cabildeos para interrumpir la experiencia política del Frente de Izquierda. El Congreso del Luna Park apunta también a combatir esta tendencia disolvente, mediante un pronunciamiento numérico significativo. Desde el Partido Obrero y desde el Frente de Izquierda advertimos contra el perjuicio de estas posiciones y llamamos a un debate político franco, que sería la única forma de llegar a acuerdos políticos sólidos.
—¿Cómo ve a los otros candidatos?, en especial a los que se reunieron con Álvaro Uribe.
—Las reuniones de los candidatos del “establishment” con Uribe son una prueba adicional de su carácter reaccionario.
—De acuerdo con lo que se dijo en el coloquio de Ideas, ¿los empresarios son corruptos?
—La corruptela es intrínseca al sistema capitalista, como lo revela la crisis mundial actual, plagada de fraudes enormes, que ahora se encara con rescates gigantescos a los monopolios financieros e industriales, a costa de las condiciones de vida más elementales de los trabajadores.
Los 8 escalones del PO
El programa “Los 8 escalones”, emitido por El Trece y conducido por Guido Kaczka, tuvo anteanoche una instancia final que enfrentó al modelo Iván de Pineda y al equipo compuesto por el diputado del Partido Obrero Néstor Pitrola y los militantes Gabriel Solano, Pablo Rabey y Daniel Mecca. Los miembros del PO no lograron contestar en forma adecuada una pregunta de temática deportiva que sí acertó De Pineda. Así, se quedaron con un premio de $20.000, cifra que podría haber llegado a los $100.000. El dinero, sostuvieron, será donado a los trabajadores de Lear, que desde hace meses reclaman la reincorporación de empleados despedidos.