El alcalde de la ciudad mexicana de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa fueron detenidos acusados de instigar la desaparición de 43 estudiantes, un suceso que mantiene bajo fuerte presión al presidente Enrique Peña Nieto.
Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, fueron detenidos en una casa de Iztapalapa que tenían alquilada, luego de que, al parecer, la propietaria pudiera alertar a la Policía, confirmó ayer el portavoz policial José Ramón Salinas en su cuenta de Twitter. Según informa el diario El Universal, la captura se produjo gracias al operativo desarrollado por un grupo de élite de la Policía Federal.
Los detenidos fueron acusados de la desaparición de 43 estudiantes y el asesinato de otras seis personas de Ayotzinapa, en un hecho ocurrido el 26 de septiembre pasado, de acuerdo a medios locales. Ese día, policías tirotearon en Iguala a alumnos de una escuela rural por órdenes presuntamente de Abarca, el entonces alcalde, que permanecía prófugo junto con su esposa y el secretario de Seguridad, Felipe Flores, considerados autores intelectuales de los hechos.
Esa noche murieron asesinadas seis personas, 25 resultaron heridas y 43 jóvenes fueron detenidos y entregados al cartel Guerreros Unidos, que se encargó de su desaparición, de acuerdo con las investigaciones de la fiscalía general de México.
Por el episodio, hay más de medio centenar de detenidos, lo que incluye a policías de Iguala y del vecino municipio de Cocula, así como miembros del grupo criminal, incluido su líder, Sidronio Casarrubias, quien reveló que cada mes el cartel entregaba elevadas sumas de dinero al alcalde, e incluso decidía quiénes se integraban a la corporación policial.
“Que lo hagan hablar, (…) se lo tiene que interrogar” porque “él sabe dónde están” los estudiantes, dijo a la AFP Manuel Martínez, uno de los voceros de los padres de los desaparecidos, al referirse a la detención de Abarca.