A la espera del alta médico, la presidente Cristina de Kirchner cursa su cuarto día de internación en una habitación del sanatorio Otamendi, donde se ocupa de la administración nacional y desde donde salen las órdenes para sus ministros y funcionarios.
Así lo reveló la titular de la cartera de Industria, Débora Giorgi. «Nos manda indicaciones a través de los correos electrónicos y mensajitos», afirmó la ministra en diálogo con radio América.
Giorgi aseguró que «todavía» no conversó telefónicamente con la mandataria, aunque admitió que recibe sus pedidos. «La verdad que no pude hablar con ella. Como dicen los partes médicos está muy bien, se está recuperando. Sí nos manda indicaciones a través de los correos electrónicos y mensajitos, teniéndonos a todos bien cortitos. Está (todo el día) mandando mensajes e instrucciones», señaló la funcionaria.
El último parte médico difundido este miércoles a las 20.15 indicó que Cristina se encuentra «estable, cumpliendo tratamiento sintomático y con antibióticos por vía endovenosa».
La Unidad Médica Presidencial informó que permanecerá internada «para completar tratamiento y control evolutivo» para reponer del cuadro de sigmoiditis, aunque se espera que en las próximas horas abandone el centro de salud porteño y se instale en la quinta de Olivos. La salida podría ocurrir este viernes al mediodía.
«Posterior al alta de internación, que se otorgará oportunamente, la Presidenta deberá mantener reposo con control evolutivo en la residencia presidencial de Olivos, contraindicándose la realización de desplazamientos, inicialmente y como mínimo, por diez días», remarcó el parte.
Al momento de entregar este comunicado a los periodistas acreditados en la Casa Rosada, el vocero presidencial Alfredo Scoccimaro confirmó que, debido al reposo sin desplazamientos que deberá cumplir tras el alta, la jefa de Estado finalmente no concurrirá a la reunión del G-20 que se realizará el 15 y 16 de este mes en Australia.
En su representación asistirá el ministro de Economía, Axel Kicillof, acompañado por el canciller Héctor Timerman, detalló Scoccimarro.
Asimismo quedará suspendida la reunión bilateral que Cristina Kirchner y su par brasileña, Dilma Rousseff, habían acordado llevar a cabo precisamente durante la cumbre del G-20, en la ciudad de Brisbane. Iba a ser el primer encuentro entre ambas mandatarias desde que Rousseff logró su reelección, el cual ahora deberá ser reprogramado.