Cientos de trabajadores se preparan para el Congreso que en minutos comenzará en Sportivo América, donde se elegirán autoridades de la CGT Rosario, que todo parece indicar está a un paso del cisma.
Desde el frustrado congreso de noviembre del año pasado, cuando abrieron un cuarto intermedio tras el pedido de tregua que realizó Hugo Moyano, las dos partes que se disputan la conducción de la CGT local se vienen midiendo, dejando pasar el tiempo, buscando consenso, aunque en el fondo siempre supieron que la unidad era casi imposible. Finalmente llegó el día de contar los congresales de cada uno de los sectores. El oficialismo, que proponía la continuidad de Néstor Ferrazza, anunció ayer que no concurrirá al congreso de hoy en Sportivo América porque “no están dadas las condiciones”. “Queremos que haya garantías legales para asistir al congreso, y esas garantías no están” dijeron, al tiempo que enviaban un mensaje al líder de la CGT nacional, Hugo Moyano, explicándole las razones de la medida.
Casi simultáneamente el poderoso sindicato de camioneros local, representado en Rubén López, el otro candidato a conducir la central obrera, anunciaba que concurriría al congreso, apoyado en 65 gremios y 150 congresales que dice tener por estas horas. “Si no van, se labrará el acta correspondiente y el compañero Moyano nos aseguró que él acompañará las autoridades que se elijan mañana”, se dijo desde la Agrupación Juan Domingo Perón.
El congreso arranca a las 10, con la ausencia del oficialismo, nada más y nada menos. El cisma de la CGT está a un solo paso.