La dispersión de las fuerzas políticas y la proliferación de los monobloques son una postal recurrente del Concejo Municipal. Es por ello que la foto que selló el encuentro de cuatro concejales de distintos fuerzas partidarias agitó el avispero político local. Jorge Boasso (UCR), Diego Giuliano (Rosario Federal), Roy López Molina (PRO) y Osvaldo Miatello (PJ), buscan avanzar en una alquimia electoral que les permita interrumpir con chances la hegemonía socialista en la intendencia de la ciudad. En diálogo con El Ciudadano, el edil Miatello explicó: “Me parece que este armado es posible, tenemos una mirada en común en muchos temas, en otros no. De modo que es muy importante que esto lo podamos transformar no solamente en una reunión si no en una alternativa real de gobierno en la ciudad de Rosario”.
El concejal justicialista hizo un racconto de cómo comenzaron los acercamientos: “En realidad nace como un trabajo interno dentro del Concejo, a partir de tener coincidencias en determinados puntos que hacen a nuestra tarea como concejales. Pero obviamente somos gente de la política y no se puede dejar de pensar que lo que queremos es darle también una oportunidad que ojalá se plasme en un proyecto político concreto para 2015”.
“Uno piensa que el socialismo ganó las últimas elecciones con el 27 por ciento de los votos, el 73 por ciento de Rosario no estuvo de acuerdo con el oficialismo. Sin embargo, la dispersión de los votos de la oposición fue terrible. Entonces, me da la impresión de que lo necesario para, no solamente ganar las elecciones sino también para poder gobernar Rosario, es una fuerza que exceda un partido político”, agregó.
—Siempre las preguntas que surgen en torno a alianzas como éstas es si hay coincidencias entre sus miembros.
—Yo te diría que sí en trazos gruesos. La verdad es que es muy difícil que todos hoy piensen lo mismo, incluso adentro de los partidos. Entonces no creo que sea un requisito sine qua non que todos pensemos en todos los temas iguales. Ahora, tenemos una concepción similar de la ciudad en algunos temas gruesos, de modo que hay que trabajarlo, hay que seguir avanzando, todavía queda tiempo para la definición electoral del año que viene. Ojalá se pueda plasmar, sino cada uno seguirá su camino, pero la verdad que Rosario necesita una alternativa. El rosarino no le da la llave de la ciudad a cualquiera, Rosario lleva un proceso de ser gobernada durante más de dos décadas por el socialismo y sus aliados y me da la impresión de que hoy el ciudadano tiene una mirada crítica de lo que están haciendo, pero a su vez, para cambiar, necesita que se le ofrezca una alternativa. E insisto en lo de la alternativa porque excede los términos de la oposición, es una posibilidad real de gobierno que la gente vea capaz de gobernar.
—Más allá de la voluntad personal de cada uno de ustedes cuatro, ¿ven apoyo partidario a esta intención?
—Yo te puedo hablar del peronismo. El último intendente peronista de Rosario ganó en 1973. Es decir que a la capital del peronismo, como se le dice a Rosario, hace alrededor de 40 años que no la gobernamos. Entonces me parece que la necesidad del peronismo, mas allá de debates ideológicos, es poder articular una propuesta que encolumne a la gente, que entusiasme. Si no, los armados que se hacen en nombre de declamadas unidades, en realidad cuando uno empieza a escarbar es un armado para ver si fulano de tal es reelecto diputado o si es electo concejal y la verdad que esto no entusiasma a nadie. Entonces, un armado de este tipo donde se visualice una posibilidad real de discutir poder, me da la impresión que cae bien dentro del peronismo, mas allá de que a algún dirigente le pueda gustar o no.
—Es temprano todavía, pero ¿la intención de los cuatro es ser intendente?
—No, yo creo que la intención de los cuatro es armar un equipo de trabajo del cual pueda salir un intendente de ahí o no. Pero los cuatro hoy estamos en una función de armado de la propuesta. Se verá luego qué lugar ocupa cada uno pero incluso, insisto en esto, no necesariamente el candidato a intendente tiene que surgir de estos cuatro. Puede ser otro.
Subte: ¿especulación electoral?
Por estos días se reflotó, una vez más, entre municipio y Nación, la idea de construir un subterráneo en Rosario. En este sentido, Miatello dijo: “Me niego a hablar de estas cosas si no está el financiamiento”. Para el edil, los estudios para instalar tanto un subte como un tranvía “aparecen cada dos años, curiosamente en los años electorales”. “En esto me gusta el estilo (de Florencio) Randazzo con el tren Rosario-Buenos Aires. Acompañé a la intendenta Mónica Fein y Randazzo dijo: la semana que viene voy a Rosario con la plata. Y así lo hizo”, explicó. “Voy a apoyar cualquiera de esos proyectos, me parecen espectaculares, pero cuando esté el financiamiento”, insistió.
“El socialismo no siente ni entiende el problema de la inseguridad”
“Me parece que el socialismo no siente ni entiende el problema de la inseguridad”, indicó Osvaldo Miatello. Si bien el edil justicialista cargó contra la administración del Frente Progresista, a la que acusó de no tener “conducción política” sobre las fuerzas de seguridad, también admitió que el combate al crimen organizado y al narcotráfico “ameritan algunas políticas nacionales que están faltando”. Con respecto al manejo de las fuerzas de seguridad provinciales, indicó: “Hay una falta muy fuerte de conducción política. La Policía de Santa Fe debe estar hoy en 19 mil hombres, no es poco. Primero, no la notás en la calle; segundo, cuando hablás con la gente en los barrios, habla de Gendarmería, que si está Gendarmería, que no se vaya Gendarmería. De la Policía ya ni hablan, lo cual es terrible porque en realidad es la fuerza encargada de la seguridad”.
“Es el gobierno provincial el que debe velar por la seguridad. La verdad es que la Policía no está, y cuando está es un problema porque últimamente aparecen más vinculados a hechos delictivos que a impedirlos. El problema es la conducción política, me parece que el socialismo no siente ni entiende el problema de inseguridad. Lo visualizó siempre como una cosa lejana o de la derecha y entonces cometió barbaridades en el gobierno de Hermes Binner como poner al jefe del Registro Civil a cargo de la seguridad”, amplió. “Obviamente que Rosario no es una isla y tampoco quiero hacer el juicio que equivocadamente hacen algunos opositores de identificar a Rosario con una especie de Medellín o de México. Creo que no es así. El fenómeno es general. El narcotráfico tiene que ver con facetas que exceden Rosario y la provincia. Me parece que ameritan algunas políticas nacionales que están faltando, la necesaria creación de una agencia de seguridad que se especialice en esos temas. La política general del combate al narcotráfico tiene que ser tomada en forma nacional”, dijo.
