Un joven de 16 años fue asesinado de un tiro anteanoche en barrio Triángulo, en la zona sudoeste, pese a que alcanzó a ser atendido en el hospital Carrasco. Vecinos dijeron conocer a los autores del hecho, una pareja que circulaba en moto y que suele andar por la zona “robando y matando a los pibes”, aunque desde la investigación señalaron que aún no había datos concretos sobre los atacantes y que se trabajaba en la búsqueda de testigos. Hace dos meses en la misma cuadra mataron de un disparo en el corazón a otro adolescente, ataque que los habitantes del barrio atribuyeron al mismo tirador, sindicado soldadito de un búnker de drogas.
Fuentes de la investigación informaron que el martes por la noche vecinos de la cuadra de Larrea al 3800 escucharon detonaciones de arma de fuego y, al salir a la calle, se encontraron con la víctima, identificada como Joel Agustín Rueda, de 16 años. El chico estaba herido en la esquina de Larrea y Centeno y fue trasladado en un auto particular al hospital Carrasco, donde se le realizaron tareas de reanimación, aunque falleció a los pocos minutos por una herida en el hemitórax derecho, añadieron los voceros.
Según indicó un portavoz de la pesquisa, a cargo del fiscal de Homicidios Dolosos Miguel Moreno, hasta anoche no había datos sobre posibles autores del hecho y trabajaban en la búsqueda de testigos que pudieran echar luz sobre la mecánica, por lo que no descartaban ninguna hipótesis en relación con el móvil del ataque. Asimismo, dijeron que la víctima no tenía antecedentes penales.
Ayer por la tarde, los familiares y amigos de Agustín velaban sus restos en su domicilio de Sanguinetti al 5400, en el barrio Triángulo. Todos coincidieron en que el joven era un buen chico que no tenía problemas con nadie. Iba a la escuela Lola Mora, ubicada a pocas cuadras de su casa, y tenía buenas notas.
Según el relato de una vecina que presenció el ataque, pasadas las 20 Agustín iba en su bicicleta en dirección el oeste por calle Larrea a la altura de Centeno, a la vuelta de su casa, cuando un chico y una chica a bordo de una moto pasaron “a los tiros” y le dispararon por la espalda.
Agustín cayó de rodillas sobre una de las ruedas de la bicicleta, intentó levantarse pero, enseguida, se desplomó en el piso, contó esta testigo. La mujer escuchó cuatro tiros, pero sólo uno impactó en el cuerpo del pibe de 16 años, provocándole la muerte a los pocos minutos.
Luego de efectuar los disparos, los agresores se dieron a la fuga, pasando por encima del chico, describió esta mujer.
Otros habitantes del barrio dijeron conocer a los agresores y contaron que suelen andar por la zona “robando y matando a los pibes”. Al joven –señalado como autor de los disparos– le dicen Batatán, mientras que la chica es conocida como Aymar. Sobre esta última, estos vecinos indicaron que es hija de un narco de la zona y que Batatán, su novio, trabaja como soldadito de un búnker ubicado a pocas cuadras del hecho.
Estas mismas fuentes señalaron al muchacho como el homicida de Gustavo López, un chico de 17 años asesinado el 19 de septiembre pasado de un disparo en el corazón en la misma cuadra que Agustín. En relación con este hecho, los vecinos señalaron que la familia López contó con custodia de Gendarmería hasta hace pocos días, ya que se encontraba amenazada.
Cuando la Policía se hizo presente anteanoche en el lugar, el vecindario estaba convulsionado y reclamaba por la detención de los sospechosos. Es que la muerte viene tocando a la familia Rueda desde hace rato. En mayo de 2011, en la casa de Agustín fue asesinada su tía, Verónica Rueda (30), cuando estaba amamantando a su bebé de 5 meses. En ese entonces, el hecho provocó la indignación de familiares y vecinos que se manifestaron en reiteradas ocasiones frente a la comisaría 19ª. Un mes más tarde, el acusado –un sindicado narco de la zona– fue detenido en San Nicolás.
En este contexto, este martes por la noche, cerca de la una, los vecinos protestaron nuevamente y, según sus testimonios, la Policía se les reía y les disparó con balas de goma, lo que provocó la intervención de personal de Gendarmería para aplacar los ánimos.