Boca, que no conquistó ningún título y se devoró dos ídolos en un año para olvidar rápido, Juan Román Riquelme y Carlos Bianchi, recibirá hoy a Gimnasia por la última fecha del Campeonato de Primera División.
Para Boca, el partido será el último capítulo de un año malo, en el cual no logró títulos y los resultados negativos derivaron en la salida de Bianchi, el DT más exitoso de la historia del club que fue despedido abruptamente tras perder tres partidos sobre cuatro jugados.
La salida del Virrey se produjo un mes después de la de Riquelme, a quien no se le renovó el contrato y se marchó a Argentinos Juniors para jugar en la B Nacional.
En el medio de la confusión llegó al club el Vasco Rodolfo Arruabarrena, se puso el buzo de director técnico y le dio al equipo tranquilidad, ya que se mejoró en el juego, en los resultados y se potenció a futbolistas que fueron ignorados por Bianchi.
En ese contexto, Boca peleó el torneo hasta donde pudo (Bianchi había dejado al equipo sin margen para el más mínimo error) y la caída en las semifinales de la Copa Sudamericana ante River fue la última chance que se dejó escapar, por eso se espera terminar rápido el actual torneo y preparar los próximos.
Pero antes deberá recibir al Lobo platense para terminar de la mejor manera posible un semestre en donde al Xeneize no le fue nada bien.
Gimnasia, en tanto, no quiere ser un mero partenaire e irá a La Boca con la misión de llevarse al menos un punto.
