“En la actualidad, desde la medicina, se está intentando acercar los hospitales a la gente, y en ese sentido estamos trabajando”, expresó el doctor Armando Mario Perichón, coordinador de Salud y Bienestar de las Fuerzas Armadas quien se encuentra al frente de un programa de reorganización y puesta en valor de los hospitales militares de Argentina con la idea ponerlos a disposición de la comunidad y de –además de modernizarlos y mejorarlos– de insertarlos en el sistema de salud público.
En ese marco, el pasado 13 de noviembre, en Río Gallegos se presentaron las obras de remodelación y mejoramiento del Hospital Militar de esa ciudad. Dicha presentación, encabezada por los ministros Agustín Rossi y Alicia Kirchner fue el final de un primer paso dado por el Ministerio de Defensa de la Nación, en el que Perichón, conjuntamente con profesionales de la Universidad Nacional de Rosario y directores de sanidad de cada una de las fuerzas, llevaron a cabo el Plan de Relevamiento Integral en los 15 hospitales de las Fuerzas Armadas, desde el punto de vista medico, tecnológico y arquitectónico.
“Es un programa sumamente ambicioso por el cual me convocó el ingeniero Rossi al Ministerio de Defensa que era realizar un diagnóstico para conocer en qué condiciones estaban los hospitales de las Fuerzas Armadas. Estas instituciones tienen 15 hospitales en la Argentina y uno en Haití, que es el famoso Hospital Reubicable de la Fuerza Aérea Argentina. Durante unos seis meses visitamos uno por uno. También estuve en Haití. Así pude ver la situación desde todo punto de vista. Con esto quiero decir desde el punto de vista tecnológico, qué tecnología tenían instalada; desde el recurso humano que tienen los hospitales; y la infraestructura de estos centros de salud. Con respecto a esto te puedo decir que el hospital más moderno de las fuerzas armadas está en la ciudad de Buenos Aires y es del año 1981. Todos los demás son de la década del 40 e incluso más antiguos. Por lo tanto fueron hospitales construidos entre los años 30 y 40, la
mayoría en la última etapa. También fueron construidos en provincias que tenían que ver con hipótesis de conflicto que se manejaban en ese entonces. Contra nuestros vecinos. Hay hospitales que están custodiando la retaguardia de zonas de nuestro país en Salta, en Paraná, Curuzú Cuatiá. Son hospitales de retaguardia porque tenían como función atender a los heridos en un posible conflicto armado. Los otros hospitales están cerca de la Cordillera de los Andes, y otros están en la Patagonia, también respondiendo a determinadas hipótesis de conflicto”, explicó Perichón.
En ese sentido, Perichón expresó que contó con la participación de “un equipo de profesionales, con gente de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario”, y que hicieron “un diagnóstico hospital por hospital” y que entregaron “un informe en julio al ministro haciendo sugerencias e recomendaciones desde el punto de vista edilicio, médico y de recursos humanos”.
Ese informe generó la primera inversión del Estado nacional sobre este tipo de hospitales, y es la que se acaba de inaugurar en el Hospital Militar de Río Gallegos. “Fue el primer establecimiento que se tomó para este plan fortalecimiento de estos establecimientos. Hay que destacar que en esa zona no hay otro hospital. La salud de la ciudad de Río Gallegos estaba en problemas por una serie de conflictos que tenía la estructura de Salud provincial. Por lo tanto, la gente no tenía donde atenderse. El Ministerio de Salud de la Nación podría haber armado un sistema articulador pero no tenía a disposición la alta complejidad que se necesitaba. En combinación con el Ministerio de Salud y el de Defensa, se decidió tomar ese primer hospital para avanzar con este modelo de fortalecimiento”, subrayó el coordinador de Salud militar.
Se invirtieron alrededor de 10 millones de pesos, de los cuales 8 millones los puso el Ministerio de Defensa y 2 millones la cartera de Salud. “Ese hospital había sufrido hace dos años un incendio. Se hizo una puesta en valor de la estructura edilicia e incluso con una calefacción totalmente nueva. También se le instaló un grupo electrógeno altamente necesario específico para la sanidad. Lo que se hizo fue una puesta en valor del edificio. Se habilitó la parte de terapia intensiva con todo su equipamiento porque ese había sido un hospital de mediana complejidad y no contaba con la misma. También se instaló un sistema de esterilización quirúrgico, con un sistema que se denomina alternado. Ese hospital contaba con tres quirófanos, de los cuáles se acondicionó uno como quirófano de alta complejidad con equipamiento listo para cien cirugías”, contó Perichón a El Ciudadano.
Nueva visión
El relevamiento y el mejoramiento del hospital santacruceño, fueron la primera etapa. Ahora, desde Defensa se proponen una nueva política para las Fuerzas Armadas, y por lo tanto para su área sanitaria.
“Ahora continuamos con una inversión muy fuerte que va a hacer el Ministerio de Defensa, que ya fue anunciado por el ministro, para poder recuperar los 15 hospitales. Con una filosofía diferente y con tres ejes que para nosotros son lo más importante. Primero centrar el esquema sanitario de las Fuerzas Armadas en una cuestión más moderno, que tiene que ver con un funcionamiento en redes, se han armado redes hospitalarias yendo de la menor complejidad a la mayor complejidad. Lo segundo es generar un recurso humano y una tecnología que no lo tenían o estaban obsoletas, y el tercer eje es una vez recuperados los hospitales empezar a abrirlos a la comunidad. Que estos hospitales que son del Estado nacional, que están entregados a las Fuerzas Armadas pero que al pertenecer a la sociedad deben formar parte de los hospitales públicos que tiene el Estado, como los que existen. Incorporar a la red nacional estos hospitales”, expresó Perichón anunciando la nueva etapa.
“En Tierra del Fuego se firmó un convenio entre el gobierno provincial, su ministra de Salud, con autoridades del hospital naval que está en Ushuaia porque esa institución tiene instalaciones que permiten un servicio de rehabilitación que no existe en la región, entre otras cosas, y a su vez es un hospital de mediana complejidad porque no tiene terapia intensiva. Entonces se firmó un convenio entre las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Salud de esa provincia para compartir esas instalaciones. Ese es el modelo a aplicar en cualquier lugar. Obviamente no es lo mismo Ushuaia que Curuzú Cuatiá o que los hospitales centrales de Buenos Aires”, contó Perichón a modo de ejemplo.
Sumado a esto, el nuevo papel que plantean para las Fuerzas Armadas es el de servir a la comunidad. “La mirada que se les está dando a las Fuerzas Armadas en un sistema democrático es que participen de acciones que sirvan a la comunidad. La salud forma parte de esa política. El ministro dice que lo que buscamos con esta política de las Fuerzas Armadas es tender puentes entre la sociedad y los militares. La salud es una herramienta interesante. Otra política puesta en marcha es la que empezó cuando subió el ministro y se creó una Secretaría de Emergencias y Desastres naturales porque en este punto los militares tienen mucho para decir y mucho para aportar. Hubo muchas acciones en las que actuaron las Fuerzas Armadas de nuestro país y lo hicieron de manera eficiente, con una experiencia que la sociedad civil no la tiene”, explicó Perichón quien puso como ejemplo el programa de salud que realizaron conjuntamente las Fuerzas Armadas, la cartera de Salud y la provincia de Mendoza, en la que los militares pusieron la logística de reconocimiento del territorio para una llegada eficiente y donde atendieron a más de 1.500 personas en un pequeño pueblo de cerca de 400 habitantes.