Debido a las recurrentes falencias en el servicio de agua potable para los habitantes del barrio ubicado en las inmediaciones de la vecinal Domingo Matheu, en Corrientes 3880, los concejales del Frente para La Victoria Roberto Sukerman y Norma López presentaron ayer un reclamo ante el Enress. Se trata de un “recurso directo administrativo” a través del cual se solicita a Aguas Santafesinas SA (Assa) que reduzca la tarifa a quienes viven en la mencionada zona hasta tanto se les solucione el problema de baja presión.
“El problema de raíz es el acueducto y lo tiene que solucionar el gobierno de la provincia. Lo que pedimos en esta oportunidad (por ayer), acompañando a los vecinos, es que Assa les cobre solamente por el servicio que presta”, explicó Sukerman, y sostuvo que “hay antecedentes de resoluciones del Enress en los que han disminuido la tarifa a personas que lo han reclamado”.
No obstante, el concejal advirtió que el problema de baja presión no es exclusivo de la zona sur de la ciudad sino que es generalizado y que apenas se cruzan las líneas que separan el centro de los barrios, la deficiencia es una constante.
“A problemas masivos, respuestas masivas. Nosotros queremos que esto sea un reclamo colectivo, en este caso, de la vecinal que se puede hacer con otras vecinales, se pueden hacer con otras ONG para que no tenga que reclamar vecino por vecino, para que justamente se pueda hacer un reclamo colectivo. Si el reclamo prospera, beneficiar a todos los vecinos que tienen problemas de agua en la ciudad”, enfatizó el edil.
Por su parte, la concejala del FPV Norma López especificó que la calidad del servicio que se presta no tiene nada que ver con el dinero que se está cobrando por este servicio.
“Lo que estamos propugnando con los vecinos en la queja colectiva es que con este recurso puedan pagar lo que realmente tienen, que es prácticamente un hilito de agua, y durante la semana hay muy pocos días que pueden tener el agua necesaria o mínima”, concluyó López.
Problema de cinco años
“Hace cinco años que venimos acarreando este problema. No tenemos presión de agua, y hay días que ni siquiera sale una gota. No se puede vivir sin agua, es un derecho que tenemos todos”, explicó a El Ciudadano José Luis Ciotta, presidente de la vecinal Domingo Matheu.
Ciotta es uno de los 430 frentistas –comprendidos desde bulevar Oroño hasta Ovidio Lagos, y de Lamadrid hasta Uriburu– que presentaron ayer en el Enress un reclamo colectivo, para que verifiquen si hay presión o no en el barrio.
“Somos alrededor de 4 mil vecinos afectados. La idea es que otras vecinales se sumen. Estamos en la dulce espera. Y en el caso que no tengamos una respuesta en los próximos 30 días, haremos una presentación de tinte judicial contra la empresa”, subrayó el vecinalista.
Y concluyó: “Queremos resarcimientos. Estamos pagando arriba de 300 pesos por algo que no tenemos y que no es un servicio, el agua es un derecho. Les aconsejo a los vecinos que estén pasando por la misma situación, que se junten y hagan lo mismo que nosotros: un reclamo colectivo. Es la única manera de lograr algo en unidad, solos es imposible”.
Construirán una planta de ósmosis inversa para cuatro barrios del sudoeste
Funcionarios de Aguas Santafesinas (Assa) y el director del Centro Municipal Distrito Sudoeste, Marcelo Gallione, se reunieron con referentes de los barrios Tío Rolo, Buena Nueva, Bella Vista y Sagrada Familia para informarles sobre el inicio de las obras que mejorarán la prestación del servicio de agua para toda la zona, con mejoras en la presión de red a partir de la instalación de una planta potabilizadora de ósmosis inversa, para la que se invertirán 6.436.702 pesos en el marco del Plan Abre.
La construcción de la planta se anunció el pasado 11 de noviembre, cuando el gobernador Antonio Bonfatti y la intendenta Mónica Fein firmaron un convenio por 19 millones de pesos para múltiples obras destinadas a distintos barrios de la ciudad.
Durante la charla se abordaron todas las problemáticas sobre el acceso al agua en esa zona del sudoeste rosarino. Así tomaron la palabra los vecinos y detallaron sus dificultades. El director de Distrito, Marcelo Gallione, resaltó que “con el Plan Abre logramos contemplar esta obra que será sumamente transformadora. Las obras ya están en marcha y por la planificación que nos hemos trazado, estimamos que a fines de febrero comenzará a funcionar”.
Por su parte, los funcionarios provinciales dijeron estar en conocimiento de las complicaciones detalladas por los vecinos y explicaron que la inversión en marcha cambiará completamente la realidad actual. Y aclararon que no será temporal, sino de forma duradera hasta finalizar la megaobra de la planta potabilizadora del acueducto Gran Rosario, ubicada en avenida de Circunvalación y ruta 11, en el límite de Rosario con la localidad de Granadero Baigorria y el posterior acueducto Gran Rosario.
Para brindar más seguridad a los vecinos, desde Assa comentaron que otras dos plantas similares a la que se instalará en Tío Rolo ya funcionan exitosamente en otros barrios de la ciudad: Godoy y Zona Cero.
Durante la reunión, el personal de Aguas explicó a los vecinos el proceso al que debe someterse el agua para lograr su potabilización. Con la instalación de la planta, el agua será extraída de los pozos (de napas subterráneas) con alta salinidad, luego ingresará a los filtros e irá pasando por varios procesos para retirar metales pesados o cualquier tipo de elemento salino, indicaron desde la empresa provincial.
Agregaron que habrá personal trabajando en guardias rotativas de 24 horas y los controles se realizarán permanentemente a través de equipos que monitorean la calidad del agua, para asegurar la circulación dentro de la red los 365 días del año.
Todos los detalles informados tuvieron una excelente recepción en los vecinos, aunque agregaron que mientras se lleve adelante la obra y teniendo en cuenta las altas temperaturas, se refuercen los servicios de asistencia de agua con cubas.
La planta de ósmosis inversa a construirse en Camino de los Quinteros y Calle 2106 (predio cedido por el Sindicato de Trabajadores Judiciales) dispondrá de un módulo con una producción de 50.000 litros/hora de agua potable. Contará con tres nuevas perforaciones con una producción de 40m3/hora cada una. Se contará con automatismo y telegestión para operar los módulos de tratamiento y el sistema de bombeo. El agua de rechazo será conducida hacia calle Ovidio Lagos, volcando en un desagüe pluvial.