“Son unos estafadores. Dijeron que no habíamos llegado a cubrir el total de tarjetas. Son una porquería. ¡Pagamos un total de 200 tarjetas a 300 pesos! Luego agregamos más tarjetas por un total de 10.990 de más. El cuál yo, que me encargaba de entregar las tarjetas de los chicos, hasta la última semana, incluso el último día, le entregué más y más plata”, se quejaba por escrito Sofía. La adolescente repudiaba así su propia fiesta de graduación, que ella y sus compañeros de la escuela de educación media 448 “Perito Moreno” de Villa Gobernador Gálvez hicieron en la noche del sábado 20 en Alvear, como pudieron y tras haber pagado más de 70 mil pesos desde enero. Es que según publicó el portal villagalvense www.12noticias.com.ar, la plata que unos 40 alumnos fueron costeando durante todo este año para garantizarse un final a toda fiesta, a la empresa Camila Eventos, “se la gastaron”.
“Tres horas antes de la graduación, una compañera va a llevar los centros de mesa y cuando llegó no había nada en el salón. El dueño le dijo que no tenía plata”, se quejó a su vez Gastón, otro de los graduados, quien relató a varios medios la odisea de la fiesta. Con su bronca a punto, el joven también acusó al salón donde habían realizado el contrato, que está en manos de otra compañía.
De inmediato la noticia empezó a hacer ruido, y llegaron las aclaraciones. La encargada de la música y las luces, que es otra empresa, marcó que no tiene relación de sociedad con Camila Eventos y que sólo prestan el servicio por el que los contratan. Su titular, de nombre Maxi, puntualizó además que para la graduación de los chicos sólo se había contratado “un sistema de sonido básico y un sistema de luces de pista básico”, y que “se terminó de pagar la noche anterior, fuera del horario de atención al público”.
De inmediato los comentarios de los graduados en el artículo de 12noticias.com.ar exculparon al DJ de todo, e incluso elogiaron el “buen” servicio: “Gracias por animarnos con su música a poder disfrutar nuestra noche y olvidarnos un poco de los problemas”, reconoció Tania, otra de las graduadas.
De igual modo se quejó Luis, titular de Gala Eventos, otra empresa que ofrece servicios de fiestas y que ocupó el salón donde antes funcionaba Camila. “El espacio físico no tiene nada que ver con los antiguos dueños”, remarcó, prometiendo que, a distancia de reproches “va a estar muy bueno”, lo que se viene.
Con todo, las quejas de los chicos disparó también otras, incluso de cuatro años atrás, que marcaban lo mismo: una madre todavía se acordaba del cumpleaños de 15 de su hija y los incumplimientos que soportó entonces: “No era lo que habían prometido, pasamos un muy mal momento”, dijo, aunque el blanco era otra firma de eventos distinta.
Con todo, uno de los tres chicos que ventilaron lo que les ocurrió afirmó ya haber intentado hacer una denuncia más allá del portal villense, pero sin suerte. En tanto, Sofía reclamaba por un dinero no utilizado: “Todavía nos deben 2.000 pesos de decoración del salón, el cual no llegaron a decorar por falta de tiempo”. ¡Y no lo devuelven!, se enojó. Todo indica que la polémica recién comienza.
