Positivo, esperanzador y con trabajo bajo el brazo: los empleados de empresas recuperadas de Rosario ven el 2015 con optimismo. La provincia cerró el año con unos 30 espacios autogestionados por sus trabajadores, la mayoría en funcionamiento, pero otros en proceso de formación. José Abelli, referente del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas, resaltó que en Santa Fe la recuperación y autogestión de puestos de trabajo se da de manera casi natural y 2014 estuvo en sintonía con esa tendencia. El año que acaba de comenzar no pinta distinto al respecto, pero la agenda estará marcada, además de potenciales conflictos, por la discusión –y resistencia– del proyecto de la ley federal de la Economía Solidaria, impulsada por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), que en parte de su articulado admite el ingreso de capitales privados a cooperativas de trabajadores.
Recuperar una fábrica, reflexionó el Vasco Abelli, es recuperar la dignidad como trabajador y un lugar en el mundo: “Si el trabajador no tiene trabajo, no tiene nada”, dice.
Argentina vio nacer, con mayor fuerza con la crisis de finales de los 90, una nueva forma de organización y lucha, que es la de recuperar y mantener viva la fuente laboral por parte de sus empleados. La modalidad ya lleva casi veinte años, miles de historias y procesos distintos que empiezan a compartir una característica: se dan de manera “natural”.
“Hoy los trabajadores toman la planta y piden la cooperativa”, resume Abelli. “Y el año que terminó estuvo en sintonía con eso. Hubo conflictos y los trabajadores respondieron organizándose y manteniendo el puesto de trabajo”.
Unos 1.500 trabajadores santafesinos viven mes a mes de su trabajo cooperativo.
Integran alguna de las 30 empresas recuperadas que se mantienen en pie gracias a ellos.
Hace un lustro, en 2010, los emprendimientos eran 27 y ocupaban a 950 trabajadores.
Santa Fe tiene una tradición importante e histórica de cooperativismo, que se amalgamó con otra no menos sobresaliente de organización y luchas obreras. Una y otra fueron marcando que la continuidad laboral sea una alternativa posible, concreta, y palpable, no sólo para los trabajadores sino para sus familias. Abelli destacó, en ese sentido, el apoyo del Poder Legislativo provincial, al que definió como “incondicional” a la hora de acompañar y dictar las leyes de expropiación. También señaló el apoyo general del Poder Judicial, que salvo contados casos, recibió el fenómeno con comprensión y aun con acompañamiento.
El referente de las cooperativas puso distancia con el Poder Ejecutivo. “El socialismo apoyó la autogestión cuando fue oposición, pero parece que ahora no la ve con buenos ojos”, apuntó. En ese sentido, reclamó que la provincia destine los Fondos para la Educación y Promoción Cooperativa, aprobados en el presupuesto de cada año, a rentas generales, lo que implica una subejecución de partidas específicas.
“Estos fondos están compuestos, en gran parte, con el aporte de cooperativas de todo el país, que luego se coparticipa a cada provincia. En Santa Fe ese dinero pasa a rentas generales desde el gobierno reutemista. Pero contrariamente a lo que se esperaba, las nuevas banderas políticas no impulsaron un cambio”, se quejó Abelli. “Es muy importante para nosotros recuperar los fondos para las políticas públicas del movimiento cooperativo”, completó.
Según marcó el dirigente, la agenda de este año asoma como muy distinta a la de 2014, que a poco de andar enero sacudió a todo el país con una devaluación. Según espera esta vez va a estar marcada por la discusión de la ley de la Economía Solidaria, cuyo anteproyecto admite la conformación de sociedades laborales, que prevén hasta un 49 por ciento del paquete accionario de las empresas en manos de inversores privados. “Se admite la incorporación de capital privado a las cooperativas. Pero el capital no puede convivir con este trabajo”, explicó Abelli, dando a entender que la resistencia, al menos a esta parte de la ley, será tenaz.
“Nosotros o la calle sin nada”
Fabricaciones Rosario y Prunelle fueron dos de las fábricas que este año comenzaron a transitar los caminos de la autogestión. Los procesos siempre son distintos pero también se encuentran siempre en muchas aristas: la mayoría de los trabajadores tiene una edad tal que no puede vislumbrar la posibilidad de un nuevo trabajo; la mayoría también pasó muchos años de su vida como empleado o empleada de ese lugar; ninguno se imaginó tener que pasar por esta situación.
“Fue un año duro, de trabajo. Es un esfuerzo muy grande pero no nos quedó otra: era nosotros o la calle y perder todo”. Víctor Lombardo tiene 55 años y desde los 17 trabaja en Fabricaciones Rosario. Siempre fue un laburante y, como tal, cada día trabajaba y cada mes recibía un sueldo. Hasta que un día tuvo que trabajar, y pelear, y cobrar lo que había o nada.
“Te cambia, te acostumbrás. Si ves una luz prendida vas y la apagás. Como estar en casa”, tercia Ramón Arias, de Prunelle. También destaca el esfuerzo y las complejidades.
Durante 40 años recibió, cada mes, el sueldo en mano. Hoy es el presidente de una cooperativa, y controla, tal como dijo, que no haya lamparitas prendidas de más. Y dice sentirse “orgulloso” de él y sus 20 compañeros que lograron mantener el lugar de pie.
“Hoy todo es algarabía, terminamos bien pero el año empezó con mucha desesperación”, concluye Arias cuando se le pregunta el balance de 2014. El 18 de diciembre los trabajadores de Prunelle recibieron la noticia de que la Justicia dictó la quiebra de la fábrica, por lo que la conformación final de la cooperativa está cerca, ya que sólo resta que un juez y un síndico fijen el monto –en maquinarias– de la indemnización.
El conflicto en la fábrica de productos de belleza comenzó en octubre de 2011, cuando los antiguos dueños vendieron más de la mitad del paquete accionario de la firma. En mayo de 2014 los trabajadores dejaron de percibir salarios y en septiembre las puertas del laboratorio aparecieron cerradas. Hasta diciembre el proceso fue de guardia permanente, toma y pelea para que la Justicia se pronuncie a favor de los trabajadores.
Y este año arranca con el sorteo de un síndico que administrará los bienes de la fábrica.
Luego habrá que continuar trabajando y volver al mercado. “Tenemos clientes, la gente nos llama”, se entusiasma Arias.
Prunelle es viable”, consideró. La cooperativa ya está creada de hecho. Hay un acta de conformación firmada, la comisión directiva fue votada e incluso ya se realizó el curso de economía social que exige el gobierno provincial. Para los trabajadores de Prunelle, la situación es esperanzadora: tienen el apoyo de la comuna y todos los trabajadores que aguantan día a día, además de aquellos que ya pasaron por la misma instancia y se acercan a expresar su apoyo.
“El 2015 va a ser positivo. Tenemos para sobrevivir y seguir adelante. Yo miro con optimismo: va a andar, aunque no sé cuánto va a tardar”, se esperanza Víctor Lombardo desde Fabricaciones Rosario. Para la fábrica de válvulas para GNC la buena noticia también llegó con el fin de año: en su última sesión, el Senado provincial votó la ley que ordena la prórroga de expropiación por 24 meses del inmueble en donde está la planta, en Presidente Perón 7415, como también de las maquinarias. Dice que ahora sólo les queda trabajar y convencer a los clientes de que la cooperativa les cumplirá.