El único detenido por el caso de la adolescente Lola Chomnalez, encontrada asesinada el martes en el balneario uruguayo de Barra de Valizas, dijo que «están buscando un chivo expiatorio» y que a la víctima «no la conocía».
«No conocía a nadie, soy pescador y vivo bien, tranquilo», afirmó al canal TN el hombre que llegó al juzgado esposado para declarar ante la jueza Marcela López. Según el detenido, los investigadores «están buscando un chivo expiatorio» y al momento de la desaparición él estaba en su casa. «Tengo hijos, familia, estaba en mi casa», acotó brevemente el sospechoso antes de ingresar al edificio del juzgado uruguayo.
Acerca de este detenido, el quinto desde que se produjo el crimen, fuentes policiales dijeron que se trata de un hombre que fue apresado cerca del lugar del hallazgo del cuerpo de Lola.
«Tengo la expectativa que se llegue a la verdad. Lo importante es reunir la mayor cantidad de pruebas y elementos en la causa para llegar a resolver el caso», había dicho el abogado Jorge Barrera, representante de la familia de la víctima, tras conocerse la detención. Al respecto, dijo que «los resultados de las pericias, que van a ser muy importantes, estaría entre mañana y el martes o miércoles».
En el marco de la investigación, se hicieron análisis de ADN y peritajes a teléfonos tanto de la víctima como de los sospechosos que estuvieron detenidos, entre ellos su madrina, Claudia Fernández, el esposo de ésta, Hernán Tuzinkevich, y el hijo de 14 años del hombre.
Todos declararon que vieron a la joven por última vez el domingo después de almorzar cuando Lola dijo que se iba a caminar por la playa, aunque algunos testigos desmintieron sus dichos. El abogado Barrera confirmó que la noche del sábado la chica asistió con ellos a un toque de tambores en la plaza de Valizas, por lo que una de las líneas de investigación que se maneja, fuera de la que involucra al entorno de la madrina, es que allí pudo ser vista por alguien que luego la atacó