En un clima de estupor y profunda emoción, más de 100 mil personas se manifestaron en París y una veintena de ciudades francesas para repudiar el atentado de ayer contra el semanario satírico Charlie Hebdo, que dejó 12 muertos.
En la parisina plaza de la República, a pocas cuadras del lugar del atentado, alrededor de 25.000 personas, según el diario Le Monde, se reunieron para homenajear con aplausos y gritos de “Charlie, Charlie” a los periodistas y dibujantes del semanario asesinados.
Con velas en sus manos y pancartas o carteles escritos a mano con la frase “Je suis Charlie” (Yo soy Charlie), miles de parisinos se acercaron a la céntrica plaza para repudiar el ataque.
“No, no mataron a Charlie Hebdo” o “Me levanto y me expreso con palabras porque esa es todavía el arma más bella que existe”, fueron algunas de las pancartas improvisadas.
La movilización fue convocada por el Sindicato Nacional de Periodistas (SNJ), Reporteros sin Fronteras (RSF), la Liga de los Derechos Humanos (Licra) y numerosas organizaciones y ciudadanos espontáneos a través de las redes sociales.
Asimismo, hubo otras importantes manifestaciones en Rennes (15.000 personas), Toulouse y Lyon (10.000), Marsella (3.000) y una decena de ciudades del interior de Francia. También en Metz, Lile, Montpellier y Grenoble, entre otras, según informaron medios locales.
“Aún me cuesta creerlo. Charlie Hebdo vivía amenazada pero nunca creí que podía pasar algo así. Pagaron con sus vidas para defender la libertad de expresión”, dijo a Télam la joven Stéphanie, una estudiante de Bellas Artes de 22 años quien, como muchos manifestantes, esgrimió en una de sus manos alzada un lápiz como arma.
“Es un día muy triste. Los dibujantes Charb (el director del semanario), Cabu y Wolinski eran dibujantes de la vieja escuela, anarquistas decididos a defender la palabra y el humor. Que hayan muerto de esta forma me llena de impotencia”, confió a Télam la docente jubilada Nathalie, quien llevaba sobre su gorro de lana una portada de Charlie Hebdo.
“Como musulmán practicante condeno a estos cobardes que en nombre de nuestro Dios se permiten cometer estos actos salvajes y retrógrados para atacar la libertad de expresión que existe aquí y debería existir en todo el mundo”, aseguró, emocionado, Nassim, desocupado de 32 años. Cerca de las 20, minutos antes de que el presidente Hollande brindara una breve alocución televisiva y radial decretando mañana un día de duelo, la plaza del popular noroeste parisino comenzó a recobrar su calma habitual.
Fuera de Francia, concentraciones similares se registraron en Berlín, en la Puerta de Brandeburgo, en Londres, en la plaza Trafalgar, y frente a sedes diplomáticas francesas en Barcelona, Moscú, Toronto, Montreal y Buenos Aires, donde decenas de personas portaron carteles de “Je suis Charlie” en la embajada francesa.
Decenas de gobiernos se sumaron al repudio
Decenas de gobiernos e instituciones internacionales repudiaron ayer el atentado contra el vanguardista semanario francés Charlie Hebdo, mientras que varios Estados europeos reforzaron su seguridad y miles de personas se congregaron frente a sedes diplomáticas francesas y en plazas para solidarizarse con París.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se sentó frente a las cámaras junto con su vice, Joe Biden, y calificó el atentado como “cobarde” y “malvado” y destacó que, así como París estuvo al lado de Washington después de los atentados contra las Torres Gemelas de 2001, Washington estará con ellos ahora.
Los líderes de Reino Unido, Alemania, España, Italia, Hungría y Turquía, entre otros en la región, unieron su voz para repudiar el ataque contra el satírico e irreverente medio francés.
Desde Rusia, el presidente Vladímir Putin se sumó a la catarata de condenas y reiteró “la disposición de Rusia a seguir con la cooperación activa en la lucha contra la amenaza del terrorismo”, según un comunicado hecho público por el Kremlin y citado por la agencia de noticias EFE.
El papa Francisco también le dedicó unas palabras a las víctimas francesas del ataque que, según destacó, “devastó esta mañana la ciudad de París, con un alto número de víctimas, sembrando la muerte, sumiendo en la consternación a toda la sociedad francesa y perturbando a los amantes de la paz, más allá de las fronteras de Francia”, según un comunicado.
Desde Medio Oriente, Irán, Jordania, Líbano, Egipto y Arabia Saudita, entre otros gobiernos, también repudiaron el atentado. Desde su sede en El Cairo, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, aseguró en un comunicado que se trató de “un ataque terrorista”.
Otras organizaciones internacionales como la Unión Europea, la ONU y su Consejo de Seguridad, la Unesco –cuya sede se encuentra en París–, Reporteros sin Fronteras, el Comité para la Protección de los Periodistas y Al Azhar, la institución más prestigiosa del islam sunnita, también adhirieron al repudio global que marcó las horas después del atentado. Pero las declaraciones de condena no fueron las únicas reacciones de algunos Estados vecinos. España y Alemania, dos países lindantes con Francia, elevaron sus niveles de alerta antiterrorista y aumentaron sus medidas de seguridad.
Condena desde Buenos Aires
Decenas de personas se congregaron ayer en la embajada francesa en Buenos Aires para expresar su repudio al atentado de ayer contra el semanario parisino Charlie Hebdo y solidarizarse con las familias de las 12 víctimas fatales que dejó el ataque. “Hoy nos reunimos para repudiar un acto inaceptable y celebrar el amor que demostraron las víctimas por la libertad de expresión”, explicó el embajador francés, Jean-Michel Casa, en declaraciones a periodistas. “Los caricaturistas que murieron son parte de nuestra identidad, gente a la que leemos todos los días (…) Son herederos de la Revolución Francesa porque la libertad de expresión es también el derecho a cuestionar todo, incluso las religiones”, agregó el diplomático. Detrás de él, decenas de personas mostraban los mismos carteles que miles de personas levantaron ayer en París y que rezaban en francés: “Yo soy Charlie”. Horas antes, la Cancillería argentina se sumó a la lluvia de condenas internacionales y repudió “enérgicamente el bárbaro ataque terrorista”, y agregó que: “La Argentina reitera su inalterable compromiso con la paz”.