El ministro de Seguridad de Santa Fe, Raúl Lamberto, junto a la intendenta de Rosario, Mónica Fein, encabezaron esta mañana el acto de presentación y puesta en funcionamiento de la Policía Comunitaria, en un sector que comprende parte de los barrios Ludueña e Industrial de esa ciudad.
La actividad se realizó en la sede del Club Tiro Federal ubicado en la intersección de las calles Casilda y Matienzo, lugar donde funcionará la Casa de la Policía Comunitaria. En el mismo acto también se presentó un automóvil y dos motos 0 km destinados a la misma.
La Policía Comunitaria actuará específicamente en el sector comprendido entre las calles Junín, las vías, Matienzo y Don Bosco.
Se trata del tercer dispositivo que el gobierno pone en marcha en la provincia después del barrio Barranquitas en la ciudad de Santa Fe, y el de Las Flores en Rosario.
La creación de la Policía Comunitaria, al interior de la fuerza, forma parte de las “Bases para una Seguridad Democrática” anunciada por el gobernador en noviembre de 2012, y su puesta en marcha es posible también gracias a la sanción de la Ley Nº 13297 de Emergencia en Materia de Seguridad.
La iniciativa de la Policía Comunitaria forma parte del Plan Abre, que es el Programa de Intervención Integral en Barrios que el Gobierno de la provincia de Santa Fe lleva adelante en coordinación con las municipalidades de Santa Fe, Rosario, Villa Gobernador Gálvez, Santo Tomé y Pérez.
Estuvieron presentes además el secretario de Seguridad Pública, Gerardo Chaumont; el director provincial de Proximidad Policial, Daniel Medús; el jefe de Policía de la Provincia, director general Omar Odriozola; y el presidente del Club Tiro Federal, Carlos Dávola; entre otras autoridades locales, provinciales y vecinos del lugar.
Parte de un plan de seguridad
Al hacer uso de la palabra, el ministro de Seguridad subrayó que “hoy estamos dando un paso en esta idea de la policía comunitaria que hemos explicado muchas veces que no es un cuerpo de elite, sino que es una policía con un perfil especial, de diálogo con el vecino, de relación directa con las instituciones y los vecinos pero que conviene aclarar, son policías, portan armas, y a su vez que sean parte de un plan de seguridad que intenta volver a lo que era el viejo policía, el que ayudaba a un chico a cruzar la calle, o a un anciano, y amigo de todos los vecinos que eran parte de la comunidad y que permita tarde o temprano que el vecino tenga confianza en la policía y que la policía tenga confianza con el vecino”.
“Esto exige -explicó Lamberto- que además de estar preparado en el ISeP, nosotros fuimos haciendo una serie de acciones, trabajando con el Ministerio de Justicia en lo que es la resolución alternativa de conflicto. Sabemos que Justicia tiene equipos especiales y preparados para esta problemática y esto ayuda el diálogo con los vecinos y exige que uno trate de buscar métodos alternativos de solución de conflicto y que permite que el vecino logre entrar en una convivencia armónica que es fundamental para toda política de seguridad”.
Por otra parte, el ministro agregó que “la policía comunitaria es un perfil de policía que ayuda mucho especialmente en los lugares donde se necesita pacificar, convivir y modificar conductas. Hemos podido hacer una inscripción para los próximos policías comunitarios que posiblemente estarán en la calle los primeros días de abril y así contar con 450 agentes que nos va a permitir extender la experiencia de policía de proximidad a otros barrios de la ciudad”.
Por último, Lamberto concluyó su discurso agradeciendo a los vecinos diciendo que “hay que trabajar juntos, estas experiencias son buenas cuando son participativas, cuando hay mesas de diálogo, cuando se puede planificar en forma conjunta y centralmente, cuando todos vayamos modificando conductas de convivencia y haciendo que la vida de los rosarinos sea una vida solidaria y en paz”.
