Un cerrajero de 49 años murió anteanoche al no poder sobreponerse a una herida de bala que le provocaron durante un intento de asalto ocurrido 24 horas antes. De acuerdo con fuentes del caso, la víctima circulaba por el barrio Abasto en una moto, cuando tres ladrones intentaron robársela y lo balearon. El hombre fue internado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, pero no logró sobreponerse a su cuadro clínico y falleció. Por el caso, al cierre de esta edición, no había detenidos.
Según fuentes de la investigación, Marcelo Duamel, de 46 años, era cerrajero. El lunes por la noche el hombre recibió un llamado en el cual un cliente le solicitaba un trabajo de urgencia en un domicilio particular. Marcelo se subió a la moto y, desde su casa de la zona sur, se dirigió hacia el barrio Abasto, cargado con sus herramientas. Pero nunca llegó.
De acuerdo con lo que expusieron voceros de la pesquisa, cuando el trabajador circulaba en inmediaciones de Mitre y La Paz fue interceptado por tres personas, una mujer y dos hombres, que se movilizaban en un vehículo similar al suyo.
El trío le exigió, a mano armada, que les entregara la moto; pero Marcelo se negó a hacerlo e intentó fugarse de los asaltantes, dijeron los voceros.
Pero, mientras realizaba una maniobra evasiva, los ladrones le dispararon y una munición impactó en el abdomen del cerrajero. El trío se fugó y el herido quedó tendido en el piso, junto con su moto y sus elementos de trabajo.
Vecinos avisaron de lo ocurrido a una ambulancia, que se presentó en el lugar y trasladó al herido hasta el Heca, donde quedó internado, en la sala de cuidados intensivos. Pero, si bien fue atendido por los médicos, no logró sobreponerse a la herida y falleció en los últimos minutos de anteayer.
La investigación del caso fue tomada en primera instancia por la Unidad de Flagrancia y Turno, pero tras conocerse la muerte de la víctima el caso se transfirió al fiscal de Homicidios Dolosos Ademar Bianchini en turno esta semana; quien ordenó la autopsia del cerrajero baleado, en busca de determinar la naturaleza del arma homicida, y la búsqueda de cámaras de seguridad en las zonas cercanas a la escena del crimen para intentar individualizar a los agresores.